Las realidades inesperadas de la vida en España

¿La comida, la gente, los trámites? ¿Qué fue lo que más te sorprendió?
Crédito: Shutterstock, Sven Hansche

Una publicación reciente de Euro Weekly News preguntó a los lectores: “¿Cuál ha sido la mayor sorpresa, buena o mala, de vivir en España?”. Muchos residentes británicos respondieron, y sus respuestas abarcaron desde observaciones conmovedoras hasta frustraciones sinceras, las cuales en conjunto dibujan una imagen familiar de la vida en la costa ibérica y más allá.

La identidad del ‘expatriado’

Cuando los residentes británicos hablan de las mayores sorpresas que se encontraron tras mudarse a España, no siempre empiezan por las playas, la burocracia o las tapas. A menudo, lo hacen con una sola palabra.

Una de las sorpresas más repetidas fue la intensidad del sentimiento en torno a la palabra “expatriado”. Muchos esperaban llegar como parte de una comunidad bien reconocida, solo para descubrir que esa etiqueta no sienta bien a todo el mundo.

Lo más leído en Euro Weekly News

Ken J Brooks explicó que la mayor sorpresa para él fue, en sus propias palabras, “Que me llamen expatriado. Yo soy un inmigrante. Nunca me he llamado expatriado”. Angela Edgley estuvo de acuerdo y añadió: “Me molesta que nos llamen expatriados y no inmigrantes. Somos inmigrantes”. Otros hicieron eco del punto y señalaron que la diferencia lingüística altera cómo la gente percibe su lugar en la sociedad española. Said Chabane resumió el debate al preguntar: “¿Por qué a los extranjeros residentes en el Reino Unido los llamáis inmigrantes, y a vosotros os llamáis expatriados cuando vivís en el extranjero?”

Este debate tomó a muchos por sorpresa y subraya cómo el lenguaje moldea la identidad al establecerse en España.

LEAR  Fallece Alfredo: El 'amado' dueño del icónico restaurante de San Pedro muere mientras los homenajes llegan para la 'leyenda' de Marbella.

El encanto de la cortesía cotidiana

No todas las sorpresas generan debate. Algunas llegan como momentos sutiles y agradables en la vida diaria. Muchos residentes británicos afirmaron sentirse encantados por el grado de cortesía cotidiana que experimentan.

Jeremy Newman dijo que lo que más le impactó fue “La cortesía anticuada de cada día”. La gente se saluda en la calle, entabla conversación mientras hace cola en correos.

La cortesía impregna la interacción más mínima y toma desprevenidos, de manera grata, a muchos recién llegados.

Una cantidad pasmosa de papeleo

Un número significativo de residentes británicos se ve desconcertado por el volumen de documentación requerido incluso para las gestiones administrativas más simples.

Stuart Coulthurst resumió perfectamente esta sensación al decir: “La cantidad de papel que se genera para hacer cualquier cosa es asombrosa”. Su comentario refleja una reacción común entre quienes esperaban sistemas más digitalizados o ágiles.

Sandra Lambe hizo eco de la idea con menos palabras, pero con igual contundencia. Su sorpresa fue, simplemente, “El papeleo y el aparcamiento”. Una breve declaración que dice mucho para cualquiera que haya hecho cola en múltiples ventanillas en una misma mañana.

Este tema encaja de forma natural con los ya tratados. Muestra cómo la vida diaria en España puede ser encantadora, cálida y gratificantemente pausada, pero también, de manera sorprendente, ligada a un estilo de gestión más tradicional. Se convierte en una de esas anécdotas que todo recién llegado acaba contando, a menudo con una sonrisa una vez que el polvo se asienta.

Un ritmo de vida más pausado

Bastantes personas también hablaron del grato cambio de ritmo. La vida en España suele fomentar un compás más calmado y tranquilo. España no te apremia, y no pienses ni por un momento que tú puedes apresurar a España.

LEAR  Aumento récord de pasajeros aéreos en septiembre para España y Mallorca: los británicos a la cabeza, descienden los alemanes

Para algunos, este cambio fue la mejor sorpresa de todas. Stephen Meade explicó que se mudó a España “con una opinión imparcial” y quiso “tomar la vida como viniera”. Encontró que este enfoque encaja a la perfección con España y permite a las personas acomodarse de forma natural a un ritmo más sereno.

Lo que estas sorpresas nos dicen sobre España

Lo más destacable es que las mayores sorpresas tienen poco que ver con la comida o el clima. Giran en torno a cómo las personas se ven a sí mismas y cómo encajan en una nueva cultura. Algunas sorpresas son cálidas. Otras invitan a la reflexión. Todas revelan que España sigue tomando desprevenidos a los recién llegados de maneras que resultan profundamente humanas e inolvidables.

Y tú, ¿qué fue lo que más te sorprendió al vivir en España? Únete al debate

Deja un comentario