Las jugadoras de Lady Spikers buscan ‘algo más fuerte’ para destronar a los Bulldogs.

En el corazón de la búsqueda del campeonato de La Salle se encuentran Angel Canino y Alleiah Malaluan, destacadas jugadoras que se han convertido en fuerzas estabilizadoras para las Lady Spikers.

Comparten un vínculo fortalecido no solo por el tiempo en la cancha, sino también a través de triunfos y desilusiones.

Ambas reflexionaron sobre esa conexión antes de enfrentarse a la Universidad Nacional y tener la oportunidad de entregar otro campeonato en el torneo de voleibol femenino de la UAAP.

“Estoy muy feliz de jugar con Angel”, dijo Malaluan. “Al mismo tiempo, estamos sacando provecho de todos los años que hemos estado juntas. La conexión ya está ahí, pero aún necesitamos algo más fuerte para estar realmente listas cuando lleguen las Finales”.

“Mi asociación con [Malaluan], desde la secundaria [en Zobel], ha ayudado mucho, especialmente en la cancha, porque tengo a alguien en quien confiar”, dijo Canino. “Hemos estado juntas durante mucho tiempo y hemos pasado por mucho.

“Nuestra conexión está ahí, y todos han sido testigos del esfuerzo que Leiah ha puesto y del vínculo que hemos construido”, agregó Canino. “Lo que sea que tengamos, tratamos de compartirlo. Compartimos nuestro vínculo con el resto del equipo para mantenernos unidas”.

Esa familiaridad se ha vuelto fundamental para La Salle, un contendiente perenne por el título. Se mostró claramente en la Final Four contra la Universidad de Santo Tomás (UST) la semana pasada.

Sentido de comunidad

Ahora, la pareja confía en que esa química vuelva a surgir una vez más cuando las luces brillen más y las apuestas sean más altas este domingo en el Smart Araneta Coliseum contra las Lady Bulldogs, campeonas defensoras y clasificadas en primer lugar.

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Para Canino y Malaluan, este inminente duelo de Finales no es solo otro partido de alta exigencia, es una continuación de un viaje que comenzó mucho antes de que se pusieran juntas las icónicas camisetas verdes y blancas en la secundaria.

“Hemos pasado por mucho juntas”, agregó Canino. “Esa conexión, la llevamos al resto del equipo”.

Es ese sentido de continuidad, de veteranas guiando a las jugadoras más jóvenes, de tradición transmitida, lo que ha definido durante mucho tiempo a las Lady Spikers bajo el entrenador Ramil de Jesus.

“El trabajo no está hecho. De hecho, apenas comienza”, dijo Malaluan.

“Esto es solo el comienzo de lo que llaman la verdadera batalla”, dijo Canino. “Tenemos que prepararnos y mejorar lo que sea necesario. Porque tenemos un objetivo para el equipo”.