Helena Melnikov, directora gerente de la Cámara de Industria y Comercio de Alemania (DIHK), habló en una conferencia de prensa sobre la Encuesta Económica DIHK de principios del verano 2025 en el Haus der Deutschen Wirtschaft. La DIHK no prevé una rápida recuperación de la economía alemana, que lucha por generár crecimiento, y pidió al nuevo gobierno que haga reformas. Katharina Kausche/dpa
La Cámara de Industria y Comercio de Alemania (DIHK) no espera una recuperación rápida de la economía alemana, que tiene dificultades para crecer, y ha llamado al nuevo gobierno a hacer reformas.
“La mejora económica que todos deseamos y que nuestro país necesita aún no se ve,” dijo Helena Melnikov, directora ejecutiva de la DIHK, este martes en Berlín.
Crece el temor de que, por primera vez en la historia de posguerra de Alemania, la producción económica caiga por tercer año consecutivo.
La DIHK sigue esperando una caída del PIB del 0.3% este año. Esto la hace más pesimista que el gobierno alemán, que espera que el PIB se estanque en 2025.
Melnikov mencionó los resultados de una encuesta de la DIHK a más de 23,000 empresas, que muestra que el ánimo sigue siendo mayormante negativo.
Solo un cuarto de las empresas calificó su situación como buena, y las expectativas de negocio siguen siendo pesimistas.
Según la encuesta, las empresas ven el marco de política económica, la débil demanda interna, los altos costos laborales, el aumento de las cotizaciones sociales y los precios elevados de energía y materias primas como los mayores riesgos para sus ganancias.
A esto se suma la impredecible política arancelaria de EE.UU.
Melnikov dijo que se necesitan reformas estructurales completas, como procesos de planificación y aprobación más rápidos, para que el fondo gubernamental de 500 mil millones de euros (570 mil millones de dólares), financiado por deuda, destinado a inversiones en infraestructura y medidas climáticas, tenga pleno efecto.
El nuevo gobierno alemán anunció un paquete de medidas que se implementarán antes del receso estival para aliviar la carga a las empresas. Entre ellas están la reducción del impuesto eléctrico y mejores condiciones de amortización para estimular la inversión.