España celebró la fiesta de San Juan con hogueras, fuegos artificiales y petardos en playas de todo el país el martes. Lamentablemente, miles de juerguistas dejaron a su paso cientos de toneladas de basura.
Mientras que ciudades, pueblos y aldeas en España festejan San Juan de manera algo distinta, las hogueras en la playa y el jolgorio acompañado de alcohol son comunes en la mayoría de las celebraciones.
En especial, festejos en ciudades costeras como A Coruña, Barcelona, Valencia y Málaga se han convertido en aglomeraciones masivas que incluso derivan en raves improvisadas.
Esto genera cantidades desorbitadas de residuos, desde restos de pirotecnia hasta colillas, bolsas de plástico, botellas y latas esparcidas por la arena—muchos simplemente abandonan su desastre sin más.
En los últimos años, estas fiestas han crecido aún más debido a las redes sociales y la falta de control en espacios públicos.
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La mayoría de los fuegos artificiales son lanzados por personas en la playa—normalmente no hay un espectáculo oficial, así que es difícil controlar los cientos de pequeños shows pirotécnicos que ocurren al mismo tiempo.
En 2024, datos oficiales revelaron la magnitud del problema. Valencia fue la ciudad que acumuló más basura tras la fiesta, con 70 toneladas recogidas en sus playas.
En Barcelona y A Coruña, la cifra fue similar—57 toneladas cada una. Cádiz superó las 45 toneladas, mientras que en Málaga se recogieron 23 toneladas y se registraron más de €14.000 en daños a mobiliario público. En Gijón, solo en la Playa de Poniente, se recolectaron seis toneladas.
Este año, los festejos en Valencia dejaron 60 toneladas de residuos, 10 menos que el año anterior, pero sigue siendo una cantidad abrumadora para una sola noche. La policía local también tuvo que apagar 15 hogueras encendidas fuera de zonas permitidas.
Esta basura no incluye los miles de restos pirotécnicos que terminan en el mar, dañando aún más el ecosistema.
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En los últimos años, San Juan ha estado en el centro del debate sobre el uso del espacio público y el impacto de las fiestas colectivas.
La acumulación de basura, quejas vecinales y las operaciones de limpieza reflejan una tensión creciente entre la cultura y sus consecuencias.
Para mejorar la situación, algunos municipios han implementado medidas de control e incluso prohibiciones de hogueras.
Es el caso de Alicante y Elche, donde encender una hoguera en la playa puede acarrear multas de hasta €1.500. No obstante, hubo hogueras oficiales en zonas como El Campello y Santa Pola.
También están prohibidas en lugares como Orihuela, Guardamar del Segura, Pilar de la Horadada y Marín (Pontevedra). En Benidorm y Torrevieja, la multa puede llegar a €300.
En Barcelona no se permiten hogueras en la playa, pero cada barrio puede encender su propia hoguera. Como es inevitable, esto viene acompañado de petardos y fuegos artificiales en las playas.
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¿Hay solución para el caos y la basura? Este año, Nigrán (Pontevedra) logró un San Juan "sostenible ambientalmente" en Playa América y Panxón, con un 95% menos de residuos.
Lo consiguieron con vigilancia sin precedentes y multas. "Demostramos que la fiesta puede celebrarse sin dañar el ecosistema. Estamos orgullosos de ser pioneros en Galicia en esta campaña—fue un éxito rotundo", declaró el alcalde Juan González.