La policía local de Marbella ya está equipada con cámaras corporales para aportar pruebas fehacientes en casos de agresión, amenazas o actividad delictiva.
Estos dispositivos, que se portan sobre el pecho, graban imágenes en tiempo real que pueden ser empleadas en los tribunales y ofrecen una versión transparente y objetiva de los incidentes, protegiendo tanto a los agentes como a los ciudadanos.
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La policía de Marbella capta ahora pruebas irrefutables con las cámaras corporales
El sistema, ideado para activarse manualmente, captura los dos minutos previos a que el agente pulse el botón, lo cual garantiza que no se pierdan los momentos críticos. Esta característica proporciona una perspectiva más amplia y precisa de los incidentes, permitiendo al centro de control evaluar las situaciones y desplegar recursos adicionales —como bomberos, equipos médicos o patrullas de refuerzo— en caso necesario.
Las grabaciones son admisibles legalmente en los juzgados y constituyen una prueba incontestable, por ejemplo, en caso de grabar a un conductor bajo los efectos del alcohol. El sistema incrementa la seguridad de los oficiales, garantiza la rendición de cuentas y fomenta la confianza ciudadana al documentar las interacciones de manera transparente. Marbella cuenta actualmente con 361 cámaras fijas, pero las corporales añaden una capa dinámica más a la vigilancia, sobre todo para la labor policial sobre el terreno.
Durante los cinco meses tras su implementación, las cámaras corporales han demostrado su eficacia en diversos escenarios. Se han utilizado para coordinar respuestas de emergencia en accidentes de tráfico y para documentar enfrentamientos con individuos agresivos, agilizando así la toma de decisiones. Asimismo, han respaldado investigaciones sobre crimen organizado, con el potencial de complementar las imágenes de las cámaras fijas en casos complejos.
Se prevé que las cámaras corporales de la policía de Marbella se extiendan por todo el país
El gobierno local de Marbella espera ampliar el programa y planea adquirir entre 20 y 40 cámaras adicionales para equipar a todos los agentes que realizan patrulla a pie. Esta ambiciosa expansión pretende convertir las cámaras corporales en un equipamiento estándar y una parte más del uniforme policial, mejorando así la capacidad de Marbella para combatir el crimen, optimizar los tiempos de respuesta y aportar sólidas pruebas legales. A medida que la tecnología demuestra su valía, podría sentar un precedente para su adopción generalizada en todo el país, poniendo quizás la policía española a la par con la del resto del mundo.
