El Govern balear ha destinado 2,5 millones de euros y desplegado más de 2.600 trampas con el firme propósito de proteger los frágiles ecosistemas insulares de las serpientes invasoras.
Esta semana, en Palma, personal portuario recibió formación de expertos en vida silvestre para detectar la llegada ilegal de ofidios y conocer el estricto protocolo respecto a especies protegidas, en especial, la lagartija pitiusa endémica.
La campaña, intensificada para evitar la entrada de serpientes por los puertos del archipiélago, incluye cursos impartidos en Ibiza, Menorca y Mallorca. Estos capacitan a la policía portuaria para interceptar envíos sospechosos de plantas, identificar serpientes en la mercancía y conocer los periodos legales para la importación de olivos, algarrobos y encinas. Fuera de dichas ventanas, la entrada está prohibida salvo que se superen rigurosos controles de bioseguridad.
Como parte de las nuevas medidas, los viveros y centros de jardinería deben colocar trampas entre el 1 de abril y el 30 de octubre. Inspectores medioambientales han verificado el cumplimiento durante todo el verano en puertos y establecimientos de plantas.
La iniciativa de este año es la más ambisiosa hasta la fecha. La asignación de 2,5 millones casi triplica lo gastado en el periodo 2020-23. Con estos fondos, se ha incrementado el número de trampas en un 35% para 2024, cuadruplicando la cifra de hace cinco años. El COFIB, la agencia de recuperación de fauna, ha ampliado su equipo a 13 técnicos especialistas.
En materia de protección, se han creado 18 reservas urbanas para la lagartija pitiusa en parques y colegios, y se planea construir cuatro santuarios para reintroducir ejemplares criados en cautividad en terrenos públicos.
Por primera vez, algunas trampas permanecerán activas todo el año, incluso en islotes y peñones. Solo en Mallorca, ya se han instalado 375 para resguardar puntos naturales vulnerables.
Las autoridades afirman que la intensificación de la vigilancia, la formación y el despliegue de trampas marcan una nueva era en la defensa biológica de estas preciadas islas.
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