Zonas de guerra, microplásticos y luces de la calle están entre las amenazas emergentes para la población de abejas, según los científicos.
Expertos en abejas han elaborado una lista de las 12 amenazas más urgentes para el polinizador en la próxima década, publicado en un informe, Amenazas Emergentes y Oportunidades para la Conservación de Polinizadores Globales, por la Universidad de Reading.
El aumento de la guerra y el conflicto en todo el mundo está perjudicando a las abejas, advierten los científicos. Esto incluye la guerra en Ucrania, que ha obligado a los países a cultivar menos tipos de cultivos, dejando a los polinizadores sin alimentos diversos durante toda la temporada.
Los investigadores encontraron partículas de microplástico contaminando colmenas en toda Europa, con pruebas de 315 colonias de abejas melíferas revelando materiales sintéticos como plástico PET en la mayoría de las colmenas. La luz artificial de las farolas ha demostrado reducir las visitas de flores de los polinizadores nocturnos en un 62%, y la contaminación del aire ha demostrado afectar su supervivencia, reproducción y crecimiento.
Los antibióticos, utilizados en la agricultura, han llegado a las colmenas y la miel. También se ha encontrado que afectan el comportamiento de los polinizadores, incluyendo la reducción de su forrajeo y visitas a flores. Los “cócteles” de pesticidas también juegan un papel significativo y emergente; aunque algunos pesticidas ahora están regulados para mantenerse por debajo de límites “seguros” para las abejas y otras especies silvestres, la investigación ha encontrado que pueden interactuar con otros productos químicos y causar efectos peligrosos.
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El profesor Simon Potts de la Universidad de Reading, autor principal del informe, dijo: “Identificar nuevas amenazas y encontrar formas de proteger a los polinizadores tempranamente es clave para prevenir mayores declives. Esto no es solo un problema de conservación. Los polinizadores son fundamentales para nuestros sistemas alimentarios, la resiliencia climática y la seguridad económica. Proteger a los polinizadores significa protegernos a nosotros mismos”.
Los autores han solicitado una serie de medidas para proteger a las abejas, incluyendo leyes más estrictas que limiten la contaminación por antibióticos que dañan la salud de las abejas, la transición a vehículos eléctricos para reducir la contaminación del aire que afecta a los polinizadores, la creación de hábitats ricos en flores dentro de parques solares y el cultivo de cultivos con polen y néctar mejorados para una mejor nutrición de los polinizadores.
La coautora del informe, la Dra. Deepa Senapathi, también de la Universidad de Reading, agregó: “Se necesitará esfuerzo de todos para abordar estas amenazas. Necesitamos mantener, gestionar y mejorar nuestros hábitats naturales para crear espacios seguros para los polinizadores. Acciones individuales como proporcionar alimentos y áreas de anidación en nuestros propios jardines pueden ayudar de gran manera. Pero los cambios de política y las acciones individuales deben trabajar juntos para que todo, desde jardines y granjas hasta espacios públicos y paisajes más amplios, pueda convertirse en hábitats amigables para los polinizadores”.