El otoño en la moda masculina trae un cambio notable. Se van los linos frescos y los trajes ligeros del verano, reemplazados por peso, textura y paletas más ricas que reflejan la propia estación.
Este año, los diseñadores no solo reciclan ideas antiguas, sino que afilan códigos familiares convertiéndolos en algo más expresivo. Cinco tendencias destacan en las colecciones y en el street style, cada una apuntando hacia una temporada definida por una estructura más relajada, profundidad táctil y una individualidad sutil.
Blazers Holgados
El blazer siempre ha sido la piedra angular de la moda masculina, pero esta temporada ya no se trata de líneas limpias y ajustadas. Los cortes oversize han tomado el control, trayendo hombros más anchos, dobladillos relajados y siluetas más cuadradas. El cambio es deliberado: estas formas tienen presencia sin la rigidez de un traje tradicional.
Esta tendencia no se limita a la pasarela. Los blazers holgados se han filtrado en el uso diario, combinados de forma casual con cuellos altos o polos de punto. Junto con pantalones de pierna ancha, forman una interpretación moderna del traje de poder. Puestos sobre vaqueros, dan un toque pulido que se siente sin esfuerzo. Su atractivo radica en su capacidad para adaptarse a la formalidad, funcionando igual de bien en una sala de juntas que en un bar por la noche.
Telas con Textura
La textura está por todas partes este otoño, y es uno de los marcadores más claros del ambiente de la temporada. Los diseñadores han apostado por la pana, la lana cepillada, el bouclé y los puntos gruesos, creando colecciones que piden ser tocadas tanto como vistas. Estas telas agregan profundidad a las prendas cotidianas, haciendo que incluso el outfit más simple se sienta pensado.
La pana está disfrutando de un resurgimiento, apareciendo particularmente en todo, desde chaquetas cruzadas hasta pantalones relajados. Cuando se combina con camisas de algodón liso o jerseys finos, crea un contraste táctil y visual. El bouclé y la lana cepillada están dando forma a la ropa de abrigo, agregando suavidad a los abrigos estructurados. Incluso los accesorios adoptan este enfoque, con cinturones de ante y zapatos de cuero texturizado que anclan los looks.
La textura agrega dimensión sin la necesidad de colores llamativos o estampados. Recompensa una inspección cercana y proporciona longevidad, convirtiéndola en una de las tendencias más llevaderas de la temporada.
Tonos Tierra
El color raramente es estático en la moda masculina, y este otoño vemos el dominio continuo de los tonos tierra. Marrones ricos, rojos terracota, verdes musgo y ocres apagados están reemplazando al negro y al azul marino como los tonos de base preferidos. El efecto es sutil pero significativo, creando armarios que se sienten naturales, cálidos y con raíces.
Vestir con una sola gama de color funciona excepcionalmente bien dentro de esta paleta. Un abrigo marrón oscuro superpuesto sobre un jersey verde oliva y pantalones color arena ofrece coherencia sin monotonía. Mezclar matices dentro de la misma familia crea una profundidad tranquila, mientras que combinar tonos tierra con gris o crema mantiene el look contemporáneo.
El Layering como Arte
Usar capas siempre ha sido parte de vestirse en otoño, pero este año, se trata menos de acumular calor y más de precisión. Los diseñadores están tratando el layering como un arte, usando la proporción y el peso de la tela para esculpir looks.
Las combinaciones clave incluyen cuellos altos ligeros debajo de overshirts, chalecos acolchados bajo abrigos largos y chalecos de punto sobre camisas clásicas.
El objetivo es el equilibrio: la ropa de abrigo más voluminosa se compensa con capas delgadas y refinadas debajo, mientras que las chaquetas cortas encuentran armonía con prendas de punto alargadas. Las bufandas ya no son solo para abrigar, sino que se anudan, enlazan o drapean para convertirse en partes estructurales de un outfit.
Accesorios que Marcan la Diferencia
La tendencia final que da forma a la moda masculina de otoño son los accesorios. Con la sastrería inclinándose hacia lo más holgado y los colores asentándose en tonos apagados, los accesorios avanzan como el toque final que expresa personalidad.
La joyería se ha vuelto particularmente importante. Piezas refinadas se están abriendo camino en los armarios cotidianos. Por ejemplo, una pulsera cubana para hombres ofrece un contrapunto al punto o la sastrería. Las cadenas en capas y los anillos escultóricos siguen el mismo principio: inyecciones sutiles de carácter sin abrumar un atuendo.
Los accesorios prácticos también son parte de la conversación. Los totes de cuero oversize y los bolsos bandolera proporcionan utilidad pero también se convierten en anclas de estilo por derecho propio. El calzado es más audáz, con loafers gruesos y botas texturizadas estableciendo la base para los looks superpuestos de arriba.
Esta temporada, los accesorios son menos decoración y más puntuación. Completan un outfit con la confianza de alguien que sabe exactamente dónde colocar la nota final.
Conclusión
Este otoño en la moda masculina se define por el equilibrio: una estructura que se siente libre, color que arraiga sin apagar, telas que exigen el tacto y accesorios que añaden expresión. Los blazers oversize marcan el cambio en la silueta, las telas texturizadas traen dimensión, los tonos tierra establecen la paleta, el layering evoluciona hacia un arte y los accesorios afilan los detalles.
Juntas, estas tendencias representan una temporada que valora la individualidad pero resiste el exceso. El resultado es un armario que se siente arraigado pero moderno, seguro de sí mismo pero cómodo.