Los ladrones que robaron un tesoro de valor incalculable del Louvre podrían tener problemas para venderlo.
El gobierno francés valoró las piezas —que incluyen una diadema exquisita y un collar de zafiros usado por la realeza francesa— en alrededor de 102 millones de dólares. Pero Stephen Portier, joyero maestro y tasador de gemas parisino, dice que eso es solo si están intactas.
Si los ladrones sacan las joyas de sus monturas para venderlas en el mercado negro, valdrán mucho menos, dijo Portier.
“Separadas y vendidas como piedras y metal, su valor cae un 90%,” dijo él.
Una diadema de zafiros, un collar y un arete solitario usados por la Reina María Amelia y la Reina Hortensia fueron robados de este conjunto de joyas en el Louvre el domingo 19 de octubre de 2025.
El Louvre
Como muchos profesionales de la joyería, Portier mantiene una pequeña esperanza de que la policía atrape a los ladrones y recupere las piezas históricas sin daño. Pero sabe que las posibilidades son bajas. Con tanta atención sobre las piezas, será muy difícil venderlas tal como están. También será muy ilegal comprarlas.
“El mercado de la joyería fina es grande,” dijo. “Pero la red es pequeña. Todo el mundo se conoce en el mundo de las piedras preciosas.”
“Todo el mundo sabe sobre este robo. Los comerciantes tendrán fotos de cada pieza en sus oficinas,” continuó. “Así que si creen que les ofrecen diamantes del Louvre… Harán preguntas difíciles. Y contactarán a la policía.”
La corona de la Emperatriz Eugenia se ve en esta foto de archivo del Louvre en la galería que alberga las joyas de la corona. Fue dejada caer fuera del museo por los ladrones durante su huida el 19 de octubre de 2025.
MAEVA DESTOMBES/Hans Lucas/AFP via Getty Images
Es probable que el Louvre tenga descripciones minuciosas de las piedras preciosas en los tesoros que fueron tomados en el descaraado robo, en el que los ladrones entraron por una ventana y rompieron vitrinas antiguas antes de escapar con el tesoro. Los ladrones tomaron nueve piezas, pero dejaron caer la corona de la Emperatriz Eugenia durante su escape.
Cada piedra en las piezas robadas tiene “propiedades únicas,” como su peso, color y pequeñas impurezas, dijo Portier. Estos descriptores “son como el ADN de las piedras.”
Algunas de las piezas, notablemente un broche en forma de lazo con borlas elaboradas, contienen cientos de diminutos diamantes. Incluso estas piedras más pequeñas serán difíciles de vender para los ladrones.
El Broche de la Emperatriz Eugenia, un broche antiguo de lazo de diamantes, se exhibe durante una vista previa para los medios para la subasta “Joyas Raras y Piedras Preciosas de Christie’s: El Ojo de un Conocedor” en Nueva York, EE.UU., el viernes 11 de abril de 2008. El broche fue luego comprado por el Museo del Louvre por 10.7 millones de dólares.
Jb Reed/Bloomberg via Getty Images
Tienen al menos un siglo y medio de antigüedad, cortadas en un estilo antiguo distintivo. Los especialistas criminales podrían intentar volver a cortarlas para disfrazarlas, dice Portier, pero eso las haría aún más pequeñas y mucho menos valiosas.
Entre los objetos robados hay una exquisita diadema de diamantes y perlas.
“Las perlas antiguas, especialmente las grandes, son fáciles de identificar por su forma y color,” dijo Portier.
Teóricamente, es posible hacer que las perlas grandes en ella sean irreconocibles con un proceso riesgoso conocido como pelado, dijo Portier.
La corona de la Emperatriz Eugenia se exhibe en el Museo del Louvre el 27 de abril de 2025 en París, Francia.
Zhang Weiguo/VCG via Getty Images
“Necesitas un solvente como perfume o laca para el cabello. Disuelven la superficie de la perla y esconden las pequeñas grietas de la edad,” explicó Portier. “Pero es un juego peligroso, porque puede exponer la capa inferior que puede ser de un color poco atractivo y entonces la perla de repente se vuelve mucho menos valiosa.”
Dado que deshacerse de las joyas será difícil y no muy rentable, ¿por qué los ladrones cometieron un crimen tan arriesgado?
“Buena pregunta,” dijo Portier. “Buena pregunta.”