Un archipiélago de Indonesia que alberga tres cuartas partes de las especies de coral de la Tierra, una zona de la costa islandesa con el 70% de la vida vegetal del país y un área en la costa atlántica de Angola con sabanas, bosques y estuarios se encuentran entre las 26 nuevas reservas de la biosfera designadas por la UNESCO.
La agencia cultural de las Naciones Unidas dice que las reservas — 785 sitios en 142 países, designados desde 1971 — son el hogar de algunos de los ecosistemas más ricos y frágiles del planeta. Pero las reservas de la biosfera abarcan más que reservas naturales estrictamente protegidas; se han expandido para incluir áreas donde la gente vive y trabaja, y la designación requiere que científicos, residentes y funcionarios gubernamentales trabajen juntos para equilibrar la conservación y la investigación con las necesidades económicas y culturales locales.
“El concepto de reservas de la biosfera es que la conservación de la biodiversidad es un pilar del desarrollo socioeconómico” y puede contribuir a la economía, dijo António Abreu, jefe del programa, añadiendo que pueden surgir conflictos y malentendidos si las comunidades locales quedan excluidas de la toma de decisiones y la planificación.
Las nuevas reservas, en 21 países, fueron anunciadas el sábado en Hangzhou, China, donde el programa adoptó un plan de acción estratégico de 10 años que incluye estudiar los efectos del cambio climático, dijo Abreu.
Puntos calientes de biodiversidad
Las nuevas reservas incluyen un área de 135,000 kilómetros cuadrados en el archipiélago indonesio, Raja Ampat, hogar de más del 75% de las especies de coral de la tierra, así como de selvas tropicales y tortugas marinas raras en peligro de extinción. La economía depende de la pesca, la acuicultura, la agricultura a pequeña escala y el turismo, dijo la UNESCO.
En la costa oeste de Islandia, el paisaje de la Reserva de la Biosfera Snæfellsnes incluye picos volcánicos, campos de lava, humedales, pastizales y el glaciar Snæfellsjökull. La reserva de 1,460 kilómetros cuadrados es un santuario importante para aves marinas, focas y más del 70% de la vida vegetal de Islandia — incluyendo 330 especies de flores silvestres y helechos. Su población de más de 4,000 personas depende de la pesca, la cría de ovejas y el turismo.
Y en Angola, la nueva Reserva de la Biosfera de Quiçama, a lo largo de 206 kilómetros de costa atlántica, es un “santuario para la biodiversidad” dentro de sus sabanas, bosques, llanuras aluviales, estuarios e islas, según la UNESCO. Es el hogar de elefantes, manatíes, tortugas marinas y más de 200 especies de aves. Los medios de vida de los residentes incluyen la ganadería, la agricultura, la pesca y la producción de miel.
La colaboración es clave
Los residentes son socios importantes en la protección de la biodiversidad dentro de las reservas, e incluso han ayudado a identificar nuevas especies, dijo Abreu, el líder del programa. Mientras tanto, los científicos también están ayudando a restaurar ecosistemas para beneficio de la economía local, dijo.
Por ejemplo, en las Filipinas, los arrecifes de coral alrededor de la Isla Pangatalan fueron severamente dañados porque los pescadores locales usaban dinamita para encontrar poblaciones de peces agotadas. Los científicos ayudaron a diseñar una estructura para ayudar a que los arrecifes de coral volvieran a crecer y enseñaron a los pescadores a criar peces mediante acuicultura para que los arrecifes pudieran recuperarse.
“Tienen comida y también tienen pescado para vender en los mercados”, dijo Abreu.
En la nación africana de Santo Tomé y Príncipe, una reserva de la biosfera en la Isla de Príncipe condujo a la restauración de manglares, que ayudan a amortiguar las marejadas ciclónicas y proporcionan un hábitat importante, dijo Abreu.
El ecoturismo también se ha convertido en una industria importante, con senderos de la biosfera y tours guiados de observación de aves. Una nueva especie de búho fue identificada allí en los últimos años.
Este año, se añadió una reserva de la biosfera para la isla de Santo Tomé, convirtiendo al país en el primero completamente dentro de una reserva.
Preocupaciones climáticas y ambientales
Al menos el 60% de las reservas de la biosfera de la UNESCO han sido afectadas por clima extremo relacionado con el cambio climático, causado principalmente por la quema de combustibles fósiles como el carbón y el gas, incluyendo calor extremo, sequía y el aumento del nivel del mar, dijo Abreu.
La agencia está utilizando imágenes satelitales y modelos computacionales para monitorear cambios en zonas costeras y otras áreas, y está digitalizando sus bases de datos históricas, dijo Abreu. La información se usará para ayudar a determinar la mejor manera de preservar y gestionar las reservas.
Algunas reservas de la biosfera también están bajo presión por la degradación ambiental.
En Nigeria, por ejemplo, el hábitat de una población decreciente de elefantes del bosque africano en peligro crítico está bajo amenaza mientras los agricultores de cacao se expanden hacia la Reserva Forestal de Omo, una selva tropical protegida y una de las reservas de la biosfera de la UNESCO más antiguas y grandes de África. El bosque también es importante para ayudar a combatir el cambio climático.
La administración de Trump anunció en julio que Estados Unidos se retiraría de la UNESCO a partir de diciembre de 2026, tal como lo hizo durante su primera administración, diciendo que la participación estadounidense no está en el interés nacional. Estados Unidos tiene 47 reservas de la biosfera, la mayoría en áreas protegidas federales.
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