La Unión Europea seguía dividida el sábado sobre cómo reaccionar ante la catastrófica situación humanitaria en la Franja de Gaza y qué medidas tomar contra Israel durante una reunión de ministros de asuntos exteriores de la UE en Copenhague.
La Comisión Europea había propuesto suspender la financiación para investigación a empresas israelíes después de que una revisión interna de la UE concluyera que las acciones de Israel en el territorio en conflicto violan un acuerdo UE-Israel que obliga a ambas partes a respetar los derechos humanos.
Alemania ha estado entre los países que bloquean que la medida avance. El ministro de Exteriores alemán Johan Wadephul subrayó que Berlín no está listo para apoyar la propuesta de sanción por el momento.
Wadephul dijo que es poco probable que la medida planeada tenga alguna influencia en la toma de decisiones políticas y las acciones militares de Israel en la Franja de Gaza.
Por eso Alemania no está convencida por la propuesta, afirmó Wadephul.
El ministro enfatizó que Alemania, en cambio, está restringiendo las entregas de armas a Israel. “Creo que esta es una medida muy dirigida que es muy importante y muy necesaria”, dijo.
La jefa de diplomacia de la UE, Kaja Kallas, dijo que no estaba “muy optimista” sobre que se alcanzara un consenso sobre cómo reaccionar a la guerra en Gaza, ya que una propuesta “bastante moderada” que ella hizo para suspender fondos de investigación no logró el apoyo mayoritario requerido.
Los planes tendrían que ser aprobados por una llamada mayoría cualificada, es decir, por al menos 15 de los 27 estados miembros de la UE que representen al menos el 65% de la población del bloque. Esto le da a Alemania, que es el país más grande de la UE con 83,5 millones de habitantes, una gran influencia.
“Cuando estamos divididos, no tenemos una voz unificada. Si no tienes una voz unificada, entonces en este tema no tenemos voz en la escena global”, añadió.
Mientras algunos países de la UE, como Alemania y Austria, siguen dudando en apoyar sanciones, varios otros países incluidos Dinamarca, España e Irlanda presionan para una postura más dura.
“Ahora debemos convertir las palabras en acción”, dijo el ministro de Asuntos Exteriores danés Lars Løkke Rasmussen, quien acogió la reunión.
“Consideramos a Israel un amigo, y al pueblo israelí un amigo. Pero tenemos un problema con el gobierno actual”, agregó.
Dinamarca está dispuesta a restringir el comercio con Israel, imponer una prohibición a productos de los asentamientos israelíes en Cisjordania o aplicar sanciones a ministros israelíes, dijo Rasmussen.
Admitió, sin embargo, que alcanzar un consenso sobre estas medidas “probablemente no sea achievable”, añadiendo que el problema de la UE es que “el barco más lento del convoy decide la velocidad”.