La tendencia costosa que deja mesas vacías en los restaurantes de Baleares

Las reservas fantasma o los no-shows de clientes que reservan una mesa pero no se molestan en acudir sin informar al restorán están generando pérdidas a los negocios en la isla de Menorca y en el conjunto de las Baleares.
Algunos establecimientos emplean el prepago de una señal cargada en una tarjeta bancaria para cubrir parte de sus pérdidas, aunque esta práctica es menos común, ya que implica cierta desconfianza hacia el consumidor y algunos negocios prefieren no recurrir a ella.

“Afortunadamente, contamos con una clientela fiel y me daría apuro cobrar un adelanto a comensales que, en muchos casos, son habituales, si bien comprendo que otros restaurantes lo hagan, especialmente con grupos de cuatro o seis personas o más”, explica Javier Riaño, propietario de En Caragol en Biniancolla.

No obstante, en este restaurante, como en tantos otros de la isla, la gestión de las reservas es rigurosa. Se envía un correo de confirmación, seguido de recordatorios vía email y mensaje al móvil, y si no hay respuesta tras quince minutos, la mesa se asigna a otros clientes. En otros establecimientos el margen varía entre quince y treinta minutos, dependiendo en gran medida de las características del local y su ubicación.

En Es Borinot, situado en la céntrica Plaça Colón de Maó, entienden que los clientes puedan retrasarse debido a las dificultades para aparcar, especialmente los turistas que no conocen la ciudad y han de dejar el vehículo en las afueras. “Puede que vengan desde otro punto de la isla o se despisten. Preferimos pensar que no lo hacen adrede, aunque a veces ocurre, a pesar de que llamamos por teléfono para confirmar”, relata un empleado. El día de mayor afluencia para este restaurante, que carece de espacio interior pero cuenta con veintiocho mesas en la terraza, es el martes, cuando se celebran las Nits de Música al Carrer, y las reservas suelen realizarse por teléfono y también a través de sus redes sociales.

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La aplicación TheFork, una de las más empleadas para realizar reservas en restaurantes, llevó a cabo una encuesta entre sus usuarios este verano y halló que los principales motivos que alegan para no presentarse son errores, imprevistos de última hora y vergüenza. Asimismo, entre enero y julio, TheFork constató que Menorca se encontraba entre las regiones con mayores índices de no-presentación, con un 4,2%, junto con Segovia, con un 5%, e Ibiza, con un 4%. Por el contrario, Bizkaia (2,5%), A Coruña y Murcia (ambas con 2,7%) fueron las provincias con menor tasa de clientes que no acudieron ni avisaron.

Al ser preguntados por este comportamiento, un 55% afirmó haberlo olvidado: habían hecho la reserva y no *recordaron* cancelarla. Esta razón la confirma uno de los negocios consultados, Sa Lliga Marítim. “Si en un día concreto hay diez o doce reservas con TheFork, una o dos mesas no se presentan. Suelen ser mesas pequeñas, y una de las causas es que hicieron la reserva con tanto adelanto que se olvidan, o reservan en tres o cuatro sitios a la vez”, explican desde este restaurante del puerto de Maó.

Muchos comensales, sabiendo que julio y agosto son meses complicados para encontrar mesa donde desean, reservan con hasta un mes de antelación, pero luego, pese a recibir el email de confirmación, no recuerdan haber reservado y, en consecuencia, “se olvidan de cancelar”. Un 38% de los encuestados declaró que no se presentó porque imprevistos de última hora le impidieron notificarlo al establecimiento; finalmente, un 7% admitió que le daba vergüenza llamar para cancelar y simplemente dejó pasar la oportunidad.

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Todo esto pese a las facilidades existentes, ya que los establecimientos consultados dedican personal y herramientas informáticas a gestionar las reservas y confirman por correo a sus clientes. Para combatir esta mala práctica, TheFork acaba de lanzar una nueva herramienta, integrada en su software de gestión, que es la preautorización mediante tarjeta bancaria. Gracias a ella, los restauradores pueden verificar la validez de la tarjeta y efectuar un cargo temporal como prepago.