La temperatura promedio en Barcelona podría aumentar hasta 3.7 grados Celsius para finales de siglo a menos que las emisiones de gases de efecto invernadero se reduzcan de manera sustancial, advierte un nuevo estudio.
Según la investigación realizada por el proyecto ICARIA, una iniciativa financiada por la Unión Europea diseñada para mejorar la resiliencia climática, la temperatura promedio de la capital catalana experimentará un aumento de entre 1.7 y 3.7 grados para el año 2100.
En el peor escenario posible, las temperaturas podrían aumentar tres grados para el año 2050 y 4.5 grados para el año 2100 si no se toman medidas para reducir las emisiones de carbono y revertir el calentamiento global.
“Estas cifras están muy por encima del Acuerdo de París de 2015”, advirtió Gulle Lopez, CEO de la Acción Climática del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), refiriéndose al tratado internacional legalmente vinculante negociado por 196 países que tenía como objetivo limitar el calentamiento global a menos de dos grados Celsius.
Según el estudio, Barcelona experimentará cuatro olas de calor adicionales y 20.5 días adicionales de calor extremo anualmente para el cambio de siglo.
Barcelona superó los 40 grados Celsius por primera vez el verano pasado, en una señal de lo que podría venir. Crédito: Cordon Press
También habría 74 noches tropicales adicionales donde las temperaturas nocturnas no bajan de 20 grados Celsius, y 47 instancias adicionales de temperaturas que permanecen por encima de 25 grados Celsius.
Las temperaturas más altas también podrían tener un impacto serio en la infraestructura local, como las vías del tren que se expanden bajo el intenso calor.
El verano pasado, Barcelona registró su temperatura más alta de la historia, alcanzando los 40.2 grados Celsius mientras la ciudad se cocía en una ola de calor abrasadora. Fue la primera vez que las lecturas en la ciudad superaron la barrera de los 40 grados Celsius.