La inflación en España subió un 0,2% en junio, alcanzando el 2,2%, impulsada principalmente por el alza en los precios de la energía debido a la crisis en Oriente Medio, lo que afectó directamente a los conductores con aumentos en las gasolineras.
Un segundo factor, aunque menor, fue el incremento en el costo de alimentos y bebidas no alcohólicas.
La inflación subyacente, que excluye productos de precios volátiles como la energía y los alimentos frescos, se mantuvo en el 2,2%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
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SUBIDA DE PRECIOS EN ALIMENTOS
A pesar del aumento general de la inflación, el Ministerio de Economía afirmó en un comunicado que la tendencia sigue siendo positiva.
“La inflación se mantiene contenida en torno al nivel de referencia del Banco Central Europeo, mientras la economía española sigue siendo el motor de crecimiento entre las principales economías europeas”, señaló.
“España mantiene una situación de estabilidad y moderación de precios que, junto al incremento salarial, permite a los hogares disfrutar de un mayor poder adquisitivo”, añadió el Ministerio.
En mayo, la inflación se situó en el 2%, su cifra más baja desde el 1,8% registrado en octubre del año pasado.
Este porcentaje está en línea con el objetivo del 2% fijado por el BCE y supone tres meses de descensos interanuales.
La reducción se debió principalmente a la bajada en paquetes turísticos, incluyendo transporte aéreo y de pasajeros, así como a la moderación en el precio de la electricidad, que resultó más barata en mayo en comparación con el mismo mes del año anterior, a pesar del apagón del 28 de abril.
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