La salud masculina: una prioridad estratégica para las empresas
En la última década, los planes de salud patrocinados por empleadores han evolucionado notablemente. Los servicios de salud mental ya son comunes, los beneficios de fertilidad se expanden, y la salud femenina ha recibido la atención e innovación que merecía. Sin embargo, en medio de estos avances, un área crítica sigue siendo ignorada: la salud masculina.
Más del 88% de los hombres en edad laboral tienen necesidades no atendidas en prevención, salud reproductiva y hormonal. A pesar de representar la mitad de la fuerza laboral, los hombres quedan fuera de las estrategias actuales de beneficios, sufriendo en silencio, retrasando su atención médica y acudiendo al médico solo cuando ya es demasiado tarde.
Para las empresas, esto no es solo una oportunidad perdida. Es un riesgo financiero, operativo y cultural creciente. La salud masculina debe redefinirse no solo como un tema clínico, sino como una palanca estratégica de negocio.
La salud masculina es salud familiar
Cuando los hombres no están bien, sus familias lo sienten.
Un padre que, sin saberlo él ni su familia, lucha contra niveles bajos de testosterona puede carecer de energía para estar presente en casa y conectar con sus hijos. Una pareja que enfrenta infertilidad por factores masculinos puede sufrir estrés, tensiones en la relación y retrasos en formar su familia. Un diagnóstico tardío de cáncer de próstata afecta a todo el entorno familiar, no solo la vida del paciente, sino también la de su pareja, hijos y su estabilidad financiera.
La salud familiar incluye a todos en el hogar. Cuando las empresas invierten en la salud masculina, también invierten en:
- Bienestar de la pareja, ya que el estrés y la carga emocional recaen en los cónyuges cuando los hombres retrasan su atención.
- Equidad reproductiva, pues los tratamientos de fertilidad deben ser inclusivos, considerando que hasta el 50% de los casos de infertilidad involucran factores masculinos.
- Resiliencia financiera, al reducirse las bancarrotas médicas, necesidades de cuidados prolongados y interrupciones laborales gracias a la intervención temprana.
En otras palabras, apoyar la salud masculina es apoyar la salud familiar, lo que finalmente beneficia al bienestar laboral.
Ignorar la salud masculina es costoso: es hora de replantear la estrategia
Cada año, millones de hombres lidian en silencio con condiciones tratables como baja testosterona, disfunción sexual, problemas de fertilidad o afecciones prostáticas. Sin embargo, estudios muestran que el 55% de los hombres con síntomas no buscan atención, no por falta de interés, sino porque el sistema de salud no está diseñado para abordar sus necesidades.
Esta brecha genera costos significativos para las empresas, como:
- Mayores gastos médicos: La demora en la atención resulta en condiciones avanzadas, visitas a urgencias e intervenciones costosas que podrían evitarse con detección temprana.
- Pérdida de productividad: Problemas hormonales, prostáticos o urológicos no tratados causan fatiga, confusión mental y malestar físico, reduciendo el rendimiento laboral.
- Aumento del ausentismo: Enfermedades crónicas, desequilibrios hormonales o diagnósticos tardíos de cáncer derivan en más días de incapacidad y ausencias prolongadas.
El modelo actual de beneficios está fragmentado. Los hombres no saben dónde acudir, se sienten avergonzados de pedir ayuda o no tienen tiempo para citas presenciales. Las redes tradicionales de proveedores no están optimizadas para necesidades masculinas, y el acceso a urología es limitado.
Aquí es donde las empresas tienen la oportunidad de replantear la atención para su población masculina. Una solución virtual y especializada en salud masculina puede cerrar esta brecha.
El nuevo modelo: salud masculina virtual y desde casa
Una mejor alternativa es implementar soluciones virtuales que ofrezcan atención confidencial, accesible y clínicamente robusta, desde cualquier lugar. Este modelo ya ha demostrado eficacia en salud mental y femenina, aumentando la participación y mejorando resultados.
El modelo virtual incluye:
- Consultas con urólogos certificados.
- Kits de diagnóstico en casa para análisis hormonales, semen o marcadores prostáticos.
- Planes personalizados para prevención, salud prostática, hormonal, sexual y reproductiva.
- Seguimiento basado en datos para gestionar riesgos.
Las soluciones digitales incrementan la participación, especialmente en hombres que evitan la prevención. Facilitan la detección temprana, reducen visitas a urgencias innecesarias y disminuyen intervenciones tardías. Al reducir costos médicos, mejorar la productividad y aumentar la satisfacción, se abordan prioridades clave para los líderes de beneficios.
Conclusión: la salud masculina es salud familiar y una estrategia inteligente
Ignorar la salud masculina genera diagnósticos tardíos, mayores costos, menor productividad y tensiones familiares. Sin embargo, pocas estrategias de beneficios abordan condiciones prevenibles que afectan a casi la mitad de los empleados.
Repensar la salud masculina como prioridad estratégica permite intervenciones tempranas, menos gastos médicos y mayor participación de un grupo históricamente reacio a buscar atención. Esto significa menos ausencias, mejor desempeño y una cultura que valora la equidad en salud.
No se trata de restar importancia a otras iniciativas, sino de completar el panorama. Las empresas que integran la salud masculina en sus beneficios ven reducción de costos, mejor moral y familias más saludables.
La salud masculina es salud familiar, salud laboral, salud financiera y salud empresarial.
Foto: NicoElNino, Getty Images
Sobre el autor: Reza Amin, PhD, líder en tecnología de la salud y fundador de Bastion Health, una plataforma digital innovadora que redefine la atención médica masculina. Con experiencia en Health Tech y Med Tech, su trabajo integra soluciones avanzadas con servicios esenciales, transformando vidas y promoviendo la innovación en salud.
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