El partido entre el Real Madrid y el Barcelona siempre es muy importante, pero el encuentro del domingo fue especialmente grande para Xabi Alonso.
La derrota 5-2 contra el Atlético de Madrid el mes pasado hizo que el entrenador recibiera muchas críticas. Fue una pérdida muy vergonzosa y arruinó completamente el buen ambiente que había cuando llegó al Bernabéu.
También dio nueva vida a las preocupaciones sobre la habilidad del equipo para competir en partidos grandes, preocupaciones que empezaron después de la derrota 4-0 contra el Paris Saint-Germain en la Copa Mundial de Clubes.
Aunque habían ganado todos los otros partidos esta temporada, aparte de ese contra el Atlético, Alonso y su equipo sintieron que otro error aumentaría la presión.
Tenían la impresión de que si no conseguían buenos resultados en una serie de partidos clave contra la Juventus, el Barcelona y el Liverpool, el club les enseñaría una tarjeta amarilla.
Ganaron 1-0 a la Juventus el miércoles pasado, y la victoria 2-1 contra el Barça el domingo significa que el Madrid ahora lidera LaLiga con cinco puntos más que los campeones actuales. Viajan a Liverpool para la Champions League el martes habiendo ganado sus tres primeros partidos en la competición.
La victoria en el Clásico, sobre todo, fue muy importante para Alonso y su nuevo cuerpo técnico, porque quita un poco de presión desde arriba, en un club donde las expectativas siempre son altísimas, pase lo que pase.
Pero también representó una gran victoria en otro aspecto: la relación con sus jugadores.
En semanas recientes, las tensiones entre Alonso y algunos jugadores del Madrid han estado creciendo. Varios jugadores del primer equipo están descontentos con su gestión y con la forma en que ha impuesto varios cambios importantes desde que llegó en el verano. La situación es mucho más profunda que el enfado de Vinicius Junior por ser sustituido contra el Barça.
Aquí, The Athletic explica lo que está pasando, en un artículo basado en muchas conversaciones con fuentes cercanas al primer equipo, al cuerpo técnico y a la directiva del Madrid, todos hablando de forma anónima para proteger sus relaciones.
Cuando Alonso llegó como entrenador del Real Madrid en junio, encontró un vestuario acostumbrado a cosas que él no creía que fueran lo mejor para un equipo de fútbol, después de cuatro años con Carlo Ancelotti. Fuentes cercanas al equipo de Alonso dijeron que “muchos malos hábitos” se habían instalado.
Uno de los primeros mensajes para sus jugadores del Madrid fue que, con él, todo el mundo tendría que correr más y trabajar más duro cuando el oponente tuviera el balón, y que, sin eso, nadie tendría un lugar garantizado.
Los primeros partidos de Alonso fueron en la Copa Mundial de Clubes, que para el Madrid terminó con esa derrota 4-0 contra el PSG en las semifinales el 9 de julio. El equipo luego tuvo vacaciones hasta el 4 de agosto, cuando regresaron para los entrenamientos de pretemporada. Se celebró una reunión importante cuando el equipo se reunió de nuevo.
Imagen: Alonso en un entrenamiento del Real Madrid en julio.
Crédito: Antonio Villalba/Real Madrid via Getty Images
Alonso habló con jugadores importantes, incluidos los capitanes del equipo, para establecer un nuevo conjunto de reglas que gobernarían el vestuario. Una vez que los aspectos principales se acordaron en grupo, se comunicaron a todo el equipo. Entre otras cosas, las reglas subrayaban la importancia de la puntualidad (hasta ahora, no ha habido multas por llegar tarde), así como la intensidad y la dedicación en los entrenamientos.
“Xabi ha intentado garantizar más disciplina y orden en el día a día, con control de los horarios, más trabajo en el gimnasio a nivel de prevención, y sesiones de video grupales e individuales”, añadió una fuente involucrada en la rutina diaria de la ciudad deportiva del Madrid.
Los cambios no han sido bien recibidos por todos. Múltiples fuentes cercanas a jugadores del primer equipo dijeron a The Athletic que un sentimiento de frustración se ha apoderado del vestuario del Madrid, con muchas figuras importantes sintiéndose faltadas al respeto e insatisfechas.
Varias de estas fuentes dijeron que los jugadores están molestos al ver que ahora tienen poca libertad para expresar sus cualidades en el campo, contrastando el enfoque más exigente y rígido de Alonso con el estilo del equipo con cómo eran las cosas bajo Ancelotti.
“Algunos de ellos han ganado tanto sin hacer estas cosas que cuando se las han impuesto, se han quejado”, dijo una de las fuentes. “No es un secreto, algunos casos han sido públicos. Es normal, especialmente con los que eran intocables.”
Otra persona cercana a un jugador del primer equipo dijo que el Madrid había “pasado de tener un entrenador que apenas se involucraba en las sesiones de entrenamiento a uno que parece un jugador más”.
Y otras fuentes consultadas para este artículo dijeron que la impresión de los jugadores sobre Alonso era que es distante y poco accesible, contrastando de nuevo con Ancelotti, quien era muy popular con el grupo.
“Él cree que es Pep Guardiola, pero por ahora es solo Xabi”, dijo un individuo cercano a un jugador importante del Madrid. Esa comparación con el entrenador del Manchester City fue hecha por varios otros también, tanto de forma positiva como negativa.
Imagen: Vinicius Jr se fue enfadado después de ser sustituido el domingo.
Crédito: Alberto Gardin/NurPhoto via Getty Images
Esta sensación de distancia, comparada con la época de Ancelotti, también se ha reflejado en el número de especialistas que trabajan con el equipo en los entrenamientos. Otra de las nuevas medidas adoptadas por Alonso significa que solo los miembros del staff realmente esenciales para las sesiones tienen permiso para estar presentes.
Lo mismo aplica al acceso al vestuario durante los partidos. Alonso ha reducido el número de personas alrededor del grupo antes de los partidos y en el descanso, para que haya una mayor sensación de privacidad y concentración. Sin embargo, después del pitido final, las puertas están abiertas para todos los miembros del staff.
Mientras tanto, los miembros del entorno de los jugadores han visto restringido el acceso a áreas de la ciudad deportiva, mientras que antes era común que familiares, agentes e incluso amigos estuvieran presentes allí.
Alonso y su equipo han pedido confidencialidad. Que el vestuario sea un lugar seguro donde nada se filtre a los medios.
Un ejemplo claro de esto es con las alineaciones. En temporadas recientes, era común que el once inicial del Madrid fuera filtrado por la prensa con anticipación. Esto forzó al club a anunciar regularmente su equipo más de dos horas antes de los partidos.
Alonso puso a prueba al equipo en esto con su primera alineación. Antes del partido inaugural de la Copa Mundial de Clubes contra el Al Hilal, les dijo el once con anticipación, confiando en ellos sobre las filtraciones. La prueba salió mal, porque se supo que Gonzalo García iba a empezar.
Ahora, eso ya no pasa.
Fuentes cercanas al cuerpo técnico enfatizan que han tenido que hacer varios cambios en la estructura del Madrid porque no creían que las condiciones fueran las correctas para tener éxito. El equipo de Alonso, incluido el entrenador asistente Sebastián Parrilla, el preparador físico Ismael Camenforte, y los analistas Alberto Encinas y Benat Labaien, están muy bien valorados por el club.
La metodología de Camenforte, con un pasado en el Barcelona, también ha sido un choque para los especialistas que ya estaban en el Madrid y que ahora se adaptan a nuevas ideas.
El cuerpo técnico siempre ha pedido tiempo. Son conscientes de que están inmersos en un proceso que requiere paciencia para que el equipo funcione como ellos han planeado.
Imagen: Alonso, Parrilla y Encinas en la Copa Mundial de Clubes.
Crédito: Richard Sellers/Sportsphoto/Allstar via Getty Images
Mientras todavía intentan llegar a ese punto, su liderato en LaLiga y su buena racha en la Champions League fortalecen su posición, incluso más ahora después de la victoria del domingo contra el Barça.
También hay otros éxitos más pequeños para celebrar, y no todos los miembros del equipo han estado molestos por este verano de transición. La flexibilidad táctica de Alonso y sus rotaciones para mantener a todos involucrados están entre las características más alabadas por otras fuentes cercanas al equipo.
Su compromiso con los jugadores jóvenes, en contraste con Ancelotti, también es muy comentado, en referencia a los nuevos fichajes Dean Huijsen (20), Álvaro Carreras (22) y Franco Mastantuono (18). Otros méritos incluyen la confianza y el paso adelante dado por Arda Güler (20), que ahora es titular habitual, y la brillante forma de Kylian Mbappé, cuya primera temporada había causado cierta preocupación interna pero que en esta tiene 18 goles y asistencias en 13 partidos.
Si los resultados y las actuaciones continúan mejorando, la impresión que tenemos de Alonso como entrenador del Madrid sugiere que le importará poco si hay momentos de desarmonía dentro del grupo en el camino.
Pero él será más que consciente de que en el Bernabéu siempre hay presión, y a medida que la temporada progresa, su relación con los jugadores continuará proporcionando un fascinante subargumento.
Reportaje adicional: Guillermo Rai.
Este artículo apareció originalmente en The Athletic.