La profunda herida que causé al mudarme a Arabia Saudita

Al igual que numerosos expatriados en Arabia Saudita, Plumptre reside en una comunidad cerrada, conocida como *compund*.

Estos complejos residenciales ofrecen un estilo de vida similar al de las áreas suburbanas occidentales, dotados de gimnasios, piscinas, restaurantes y otras comodidades en un radio autónomo. Algunos incluso cuentan con bares no oficiales que sirven vino, una bebida prohibida en el país.

Plumptre afirma sentirse más cómoda y segura como mujer viviendo en Yeda que en el Reino Unido.

“Conozco a jugadoras internacionales, miembros de mi comunidad y amigas que han venido aquí y que genuinamente se sienten más seguras y tranquilas que en el Reino Unido”, manifestó.

“Una amiga que estuvo aquí lo describió como una burbuja de paz.

“Pondré un ejemplo. Había ido al supermercado y tenía un montón de bolsas. Vivo en un piso alto. Tuve que llevar todas las bolsas al ascensor, así que dejé mi coche con la puerta abierta, el motor en marcha y las llaves puestas para poder recoger la compra.

“En el Reino Unido jamás dejaría el coche con las llaves puestas. Aquí no supone ningún problema.

“Es lógico que todo el mundo sienta un cierto recelo al caminar por la noche, pero yo no tengo que mirar constantemente por encima del hombro. Soy consciente de que se trata únicamente de mi perspectiva personal, no de la de todos los residentes, pero en lo que a seguridad se refiere, no puedo coincidir con algunos de los postulados que el mundo occidental mantiene sobre este espacio”.

Como bien apunta Plumptre, esta es tan solo una visión de la vida para una mujer en Arabia Saudita.

LEAR  Una persona herida durante una pelea en una manifestación pro-Israel en un suburbio de Boston, según las autoridades.

Algunas de las prácticas más controvertidas del país han dejado de estar vigentes. Se permite a las mujeres conducir desde 2018. Un año después, aquellas mayores de veintiún años pudieron solicitar un pasaporte.

No obstante, el concepto de tutela, o ‘wilaya’, es fundamental en la cultura saudí. Tradicionalmente, cada mujer posee un ‘Wali’, un tutor masculino que toma decisiones en su nombre.

Aunque ha habido ciertas reformas —las mujeres mayores de veintiún años ya no necesitan aprobación para acceder a atención médica o educación—, informes de organizaciones como Amnistía Internacional señalan que esto no siempre se implementa de facto y que las mujeres aún enfrentan grandes restricciones sobre lo que pueden hacer, vestir y *acometer*.

Al ser preguntada sobre cómo ha sido tratada desde su llegada, Plumptre responde: “No me siento amenazada aquí.

“Se alienta a los hombres a tratar a las mujeres de un modo determinado, y existen consecuencias si no lo hacen.

“Cualquier mujer puede admitir que existe cierto grado de temor cuando camina por la oscuridad, ya sea en Arabia Saudita o en el Reino Unido, pero los niveles de miedo varían, y aquí son inferiores en función de cómo se comportan los hombres”.