La Policía Local de Torrevieja intensifica su campaña contra los patinetes eléctricos
Gracias al aumento de personal, los agentes ahora pueden dedicar más recursos a retirar patinetes de alquiler mal estacionados que ocupan espacios públicos sin permiso. Solo en junio, se incautaron decenas de vehículos y se impusieron unas 100 multas, según fuentes municipales. En julio, la cifra aumentó a aproximadamente 100 sanciones por semana.
Las multas se centran en aparcamientos ilegales en aceras, aparcamientos, cerca de contenedores o cualquier espacio público que las empresas explotan para dejar sus patinetes. Los usuarios también los abandonan en lugares inadecuados—en mitad de calles, entradas de edificios o terrazas—tras finalizar el alquiler mediante apps.
Más empresas, más vehículos
Durante gran parte del año, solo unas pocas compañías dominan el mercado. Pero entre junio y septiembre, hasta media docena más aprovechan la temporada alta. Esto es especialmente relevante en una ciudad con transporte público deficiente y taxis saturados a todas horas.
Recuperar un patinete del depósito municipal cuesta 17€ por vehículo, aparte de la multa gestionada por SUMA. En conjunto, las empresas enfrentan unas 7.000€ semanales en sanciones por ocupación ilegal de espacio público.
Más agentes, más controles
La Policía Local ha podido implementar un enfoque más sistemático gracias a una plantilla de unos 180 efectivos—la mayor en años. Al reducirse la necesidad de vigilar el tráfico escolar en horas punta, pueden centrarse en los patinetes. No obstante, muchos agentes trabajan en turnos de 7 días seguidos y 7 libres, lo que afecta a la disponibilidad.
La campaña cuenta con el respaldo del ayuntamiento, especialmente del concejal Federico Alarcón, el Director General de Seguridad y el mando policial. Aun así, la carga de trabajo veraniega dificulta una aplicación constante.
Prioridades y limitaciones
Las retiradas se realizan principalmente al amanecer y al atardecer, siguiendo el mismo protocolo que las multas de tráfico. No obstante, la prioridad sigue siendo remolcar coches mal aparcados, desbloquear accesos y atender emergencias.
Aunque la presencia de patinetes ha disminuido en el centro, siguen proliferando en avenidas y calles, pues el negocio sigue siendo rentable pese a las sanciones. El ayuntamiento no regula el origen de este negocio irregular, ya que las ordenanzas carecen de normas específicas sobre el uso del espacio público por estos vehículos.
Las empresas obtienen fácilmente permisos para abrir talleres y centros de atención al cliente. Una parte clave de su modelo de negocio es mantener cercanías logísticas para minimizar pérdidas.
Controles continuos y problemas de seguridad
Esta iniciativa se suma a las campañas escolares que sancionan infracciones como llevar pasajeros, menores conduciendo, patinetes modificados o sin luces. Aunque algunos reglamentos locales recomiendan cascos, ni estos ni el seguro son obligatorios a nivel nacional. En Torrevieja, el casco es "altamente recomendado" pero no exigido.
Obligar su uso perjudicaría a las empresas, ya que los usuarios no los recogerían en las bases. Las apps sugieren llevarlos, pero no los proporcionan.
Espacio público colapsado
Los patinetes saturan una ciudad con pocos carriles bici y nula infraestructura para vehículos no motorizados. Esto genera quejas y accidentes—algunos graves—, a menudo involucrando a menores que desconocen las normas.
En contraste, ofrecen movilidad asequible a cientos de trabajadores que sí usan casco y protecciones, siendo una alternativa vital en una localidad con transporte público insuficiente—aunque este sea gratuito para residentes.
Imagen: JOAQUÍN CARRIÓN
