Los autónomos en España finalmente están viendo cómo sus pensiones superan el umbral de los 1.000 euros, tras años de rezago respecto a los asalariados.
Según las nuevas cifras publicadas el martes por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, la pensión media de jubilación para los autónomos alcanzó los 1.010 euros/mes en agosto, abonada en 14 pagas.
Este dato marca un máximo histórico y confirma una tendencia alcista sostenida desde enero, cuando la media superó por primera vez los cuatro dígitos.
Este cambio se produce tras las importantes reformas laborales y fiscales que modificaron el modo en que los autónomos cotizan al sistema.
Hasta 2023, la mayoría de los trabajadores por cuenta propia cotizaban en base a la base mínima, lo que mantenía sus futuras pensiones en niveles bajos. Sin embargo, bajo el nuevo modelo, las cotizaciones se vinculan a los ingresos reales declarados, con las primeras regularizaciones de cuota previstas para 2025.
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Como resultado, las pensiones de los autónomos han comenzado a crecer a un ritmo más acelerado que las de los asalariados. El año pasado, su prestación media de jubilación aumentó un 5,3%, en comparación con el 4,7% de los empleados.
En términos globales, España está destinando más fondos que nunca a las pensiones. En agosto, el gobierno desembolsó 13.600 millones de euros para cubrir 10,3 millones de prestaciones, lo que supone un incremento del 6,1% interanual.
Parte de este aumento se debe a la revalorización automática de las pensiones, del 2,8% de media y del 6% para las mínimas, así como al hecho de que los nuevos jubilados se incorporan al sistema con historiales de cotización más altos que quienes lo dejan.
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Aunque la mejora para los autónomos es uno de los efectos más notorios de las recientes reformas, se avecinan más cambios en la legislación laboral española para 2025.
El gobierno se prepara para recortar la jornada laboral estándar a 37,5 horas, implementar el registro horario digital obligatorio y garantixar el derecho a la desconexión fuera del horario de trabajo.
También está previsto un incremento del 5% en el salario mínimo interprofesional (SMI), que lo situaría cerca de los 1.200 euros mensuales.
Otras medidas incluyen una mayor indemnización por despido improcedente, un permiso parental retribuido de ocho semanas y un nuevo estatuto para garantizar un trato y una remuneración justos para los becarios.
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Para los autónomos, el aumento de las pensiones supone el inicio de una anhelada corrección tras décadas de cotizaciones insuficientes. No obstante, con la factura total de pensiones creciendo de manera acelerada, el desafío radicará ahora en garantizar la sostenibilidad del sistema para las futuras generaciones.
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