La administración de Trump planea enviar numerosos agentes de la Patrulla Fronteriza a Charlotte y Nueva Orleans para supervisar operaciones de inmigración. Según documentos internos y funcionarios estadounidenses, estas operaciones podrían incluir vehículos blindados y equipos de operaciones especiales.
Los preparativos internos del Departamento de Seguridad Nacional identifican a Charlotte y Nueva Orleans como los próximos objetivos de la campaña de deportaciones masivas del Presidente Trump. Al igual que en Chicago y Los Ángeles —donde ha habido arrestos de inmigración federal muy visibles y a menudo controvertidos en los últimos meses— se espera que los agentes de la Patrulla Fronteriza, con sus uniformes verdes, jueguen un papel principal en las operaciones en Charlotte y Nueva Orleans.
La operación planeada de la Patrulla Fronteriza en Charlotte, donde se está estableciendo un centro de operaciones, se espera que comience pronto, tal vez la próxima semana, según dos fuentes familiarizadas con los planes.
Garry McFadden, el alguacil del condado de Mecklenburg en Carolina del Norte, dijo el jueves que había sido “contactado por dos funcionarios federales separados que confirmaron que el personal de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. (CBP) llegará al área de Charlotte a partir de este sábado o principios de la próxima semana”.
Se espera que luego el enfoque de la Patrulla Fronteriza se desplace a Nueva Orleans, donde podrían desplegarse hasta 200 agentes del CBP, de acuerdo con las fuentes y documentos internos del DHS.
Los documentos internos muestran que se han solicitado vehículos blindados, incluidos los llamados “BearCats”, tanto para Charlotte como para Nueva Orleans, junto con agentes de operaciones especiales. Internamente, los funcionarios han apodado a los planes “Charlotte Web” y “Catahoula Crunch”, aparentemente en referencia a la novela infantil y al perro oficial del estado de Luisiana, respectivamente.
Muchos de los agentes de la Patrulla Fronteriza desplegados en la región de Chicago a principios de este otoño, incluido el comandante Gregorio Bovino, se espera que participen en las próximas operaciones en Charlotte y Nueva Orleans, dijeron dos funcionarios estadounidenses. CBS News informó primero la semana pasada que Bovino y la mayoría de los agentes de la Patrulla Fronteriza saldrían de Chicago y que podrían ser redirigidos a lugares como Charlotte.
El jefe de la Patrulla Fronteriza de EE. UU., Gregory Bovino, al centro, guía a agentes federales hacia manifestantes cerca de las instalaciones de detención de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. en Broadview, Illinois, el 3 de octubre de 2025.
Antonio Perez/Chicago Tribune/Tribune News Service via Getty Images
Tricia McLaughlin, secretaria asistente de asuntos públicos del DHS, dijo que el departamento “no discute operaciones futuras o potenciales”.
“Todos los días, el DHS hace cumplir las leyes del país en todo el territorio nacional”, añadió McLaughlin.
Los planes ilustran la continua dependencia de la administración Trump en los agentes de la Patrulla Fronteriza para llevar a cabo su amplia campaña nacional contra la inmigración ilegal.
Aunque ICE es la agencia federal encargada de hacer cumplir las leyes de inmigración en el interior del país, la administración Trump ha desplegado equipos de agentes de la Patrulla Fronteriza en Chicago, Los Ángeles y otros lugares lejos de la frontera entre EE. UU. y México, donde los cruces ilegales cayeron a su nivel más bajo en 55 años en el año fiscal 2025.
Tanto en Chicago como en Los Ángeles, las operaciones de los agentes de la Patrulla Fronteriza, en muchos casos personalmente dirigidas por Bovino, han sido escrutinadas, provocando protestas y tensos enfrentamientos con residentes locales que han denunciado las acciones de la agencia como demasiado agresivas.
Los oficiales de ICE y los agentes de la Patrulla Fronteriza son todos funcionarios federales de inmigración con la misma autoridad legal para arrestar a personas sospechosas de estar ilegalmente en el país. Pero sus operaciones típicamente difieren en estilo y naturaleza.
Mientras que ICE también ha expandido agresivamente la aplicación de la ley de inmigración en todo el país bajo el mandato del Sr. Trump, sus arrestos continúan siendo, en gran medida, operaciones dirigidas basadas en inteligencia y vigilancia previa que típicamente se enfocan en personas en EE. UU. ilegalmente que también han cometido delitos.
En Chicago y Los Ángeles, por otro lado, los agentes de la Patrulla Fronteriza han realizado operaciones “móviles” que son más indiscriminadas en naturaleza, apuntando a lugares como estacionamientos de Home Depot y obras de construcción que creen son frecuentados por personas que no tienen permiso legal para estar en EE. UU.
El uso de la fuerza que la Patrulla Fronteriza ha empleado contra manifestantes también ha recibido fuertes críticas, incluso de un juez federal en Chicago que impuso límites drásticos a la capacidad de los agentes para desplegar gas lacrimógeno y tácticas de control de multitudes. Los funcionarios de la administración Trump mantienen que los agentes han usado la fuerza necesaria, citando instancias de civiles que interfieren con las operaciones o recurren a la violencia.
“El uso de la fuerza que he visto ha sido ejemplar — la mínima cantidad de fuerza necesaria para cumplir la misión”, dijo Bovino a CBS News el mes pasado.