La Organización Mundial de la Salud acuerda tratado de pandemias legalmente vinculante.

Miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) han acordado el texto de un tratado legalmente vinculante diseñado para abordar mejor futuras pandemias.

El pacto tiene como objetivo evitar la desorganización y la competencia por recursos observadas durante el brote de Covid-19.

Los elementos clave incluyen el intercambio rápido de datos sobre nuevas enfermedades, para garantizar que los científicos y las compañías farmacéuticas puedan trabajar más rápidamente en el desarrollo de tratamientos y vacunas.

Por primera vez, la OMS también tendrá una visión general de las cadenas de suministro globales de mascarillas, batas médicas y otro equipo de protección personal (EPP).

El director general de la OMS, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, describió el acuerdo como “un hito significativo en nuestro viaje compartido hacia un mundo más seguro”.

“[Los Estados miembros] también han demostrado que el multilateralismo está vivo y bien, y que en nuestro mundo dividido, las naciones aún pueden trabajar juntas para encontrar puntos en común y una respuesta compartida a amenazas compartidas,” dijo.

El pacto legalmente vinculante alcanzado temprano el miércoles llegó después de tres años de conversaciones entre los Estados miembros.

Es solo la segunda vez en los 75 años de historia de la OMS que se ha alcanzado un acuerdo internacional de este tipo, siendo la primera un acuerdo de control del tabaco en 2003.

Todavía necesita ser adoptado formalmente por los miembros cuando se reúnan para la Asamblea Mundial de la Salud el próximo mes.

Los negociadores de EE.UU. no participaron en las discusiones finales después de que el presidente Donald Trump anunciara su decisión de retirarse de la agencia de salud global, y EE.UU. no estará vinculado por el pacto cuando se retire en 2026.

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Según los términos acordados, los países deberán garantizar que los medicamentos relacionados con pandemias estén disponibles en todo el mundo en un futuro brote.

Los fabricantes participantes deberán asignar el 20% de su producción de vacunas, terapéuticos y diagnósticos a la OMS. Al menos el 10% deberá ser donado y el resto suministrado a precios asequibles.

Los países también aprobaron la transferencia de tecnologías de salud a naciones más pobres siempre que fuera “mutuamente acordado”.

Eso también debería permitir una mayor producción local de vacunas y medicamentos durante una pandemia, pero esa cláusula había sido extremadamente controvertida.

Los países en desarrollo siguen enojados por la forma en que las naciones ricas compraron y acapararon vacunas durante Covid-19, mientras que los países con grandes industrias farmacéuticas se preocupan de que las transferencias obligatorias puedan socavar la investigación y el desarrollo.

En el centro del acuerdo se encuentra un sistema propuesto de Acceso y Distribución de Beneficios de Patógenos (PABS), que permitirá el intercambio más rápido de datos entre compañías farmacéuticas.

Eso debería permitir a esas empresas comenzar a trabajar en nuevos medicamentos más rápidamente en cualquier futuro brote.