La meteorología no es una ciencia exacta

Pablo Gárriz ostenta el cargo de director general de Emergencias del Govern balear. Estas se presentan de diversas formas, siendo los incendios y las inundaciones los fenómenos con mayor potencial devastador. Respecto a estas últimas, la tragedia de Sant Llorenç de hace siete años permanece indeleble en la memoria; el desastre ocurrido en Valencia el pasado octubre nos resultó cercano.

Los servicios de emergencia se movilizan cada vez que la agencia meteorológica emite avisos por lluvias intensas. No obstante, existe cierta crítica sobre la frecuencia con la que se activan alertas que finalmente no se concretan. La meteorología, afirma, “no es una ciencia exacta”. “Pero lo crucial es que las advertencias y los mensajes de responsabilidad estén calando en la sociedad, reduciéndose así el riesgo para la población.”

Los ayuntamientos “están realizando una labor excelente” en la elaboración de planes de emergencia, y hace mención al recién creado Inuncaib, “el primer órgano integrado de gestión del riesgo de inundación en las Illes Balears”.

Sobre los incendios, reconoce que la campaña de extinción de este verano ha transcurrido de forma muy favorable, pero lanza una advertencia: “No debemos relajarnos; algunos de los peores incendios han ocurrido fuera de la temporada de máximo riesgo.” Eso sí, es un hecho que las islas no se han visto afectadas por grandes incendios este verano, a diferencia del territorio peninsular. En los últimos años, mientras el fuego ardía en otras zonas del Mediterráneo, las Balears se han mantenido a salvo. El de Andratx en 2013 fue el último incendio de gran magnitud y devastación.

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“Existe un esfuerzo titánico por parte de mucha gente. La respuesta inicial ante un incendio debe ser potente y decidida para evitar que se propague y se descontrole. Sin embargo, nos enfrentamos a una paradoja. Los incendios se apagan antes, pero se acumula el combustible vegetal (hojas, ramas, etc.). Por ello, una buena gestión forestal es clave para neutralizar el riesgo.”

Aunque no se han producido incendios graves hasta la fecha, insiste en el hecho de que estos pueden y suelen ocurrir fuera de la época estival. “El campo está muy seco en estos momentos, por lo que el riesgo persiste. Se acercan tormentas con abundante aparato eléctrico. Por tanto, recalco que no debemos bajar la guardia.”