Más de 110.000 personas colapsaron el centro de Londres el pasado sábado 13 de septiembre durante la marcha “Unite the Kingdom”, liderada por la polémica figura de Tommy Robinson, para protestar contra el aumento de la inmigración, en particular la de aquellos migrantes que cruzan el Canal de la Mancha.
La manifestación, que se centró en Stamford Street y se extendió hasta Whitehall, comenzó de manera pacífica pero derivó en actos violentos cuando algunos manifestantes se enfrentaron a la policía y a contramanifestantes.
Robinson calificó el evento como “la mayor demostración de la historia británica” y el “comienzo de una revolución”. Dirigiéndose a la multitud, declaró: “La mayoría silenciosa dejará de estar silenciada”, quejándose de las etiquetas como “racista” e “islamófobo” utilizadas para desacreditar su movimiento. Aseguró que las mujeres británicas “temen caminar por las calles” debido a la inmigración, acusando a la “élite” de burlarse de las preocupaciones ciudadanas. “El dique se ha roto”, afirmó Robinson, dirigiéndose al Primer Ministro Keir Starmer. “No puedes detener esta revolución.”
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Elon Musk habla en el mitin de Tommy Robinson
El multimillonario tecnológico Elon Musk, apareciendo en una pantalla gigante mediante videollamada, generó un frenesí con un encendido discurso instando a los británicos a “luchar o morir”. Haciendo referencia a la muerte de Charlie Kirk, Musk tachó a la izquierda política de “partido del asesinato” y advirtió al “centro razonable” que la inacción llevaría la violencia a sus propias puertas. “¿En qué mundo vivirán si esto continúa?”, preguntó, urgiendo a la ciudadanía a resistir.
Aunque las primeras horas de la protesta transcurrieron con calma, hacia las 4 de la tarde estallaron enfrentamientos cuando los seguidores de Robinson sobrepasaron los cordones policiales para enfrentarse a manifestantes de izquierdas en Trafalgar Square. Se lanzaron proyectiles y bengalas, algunas de las cuales impactaron contra agentes, mientras la policía antidisturbios, apoyada por unidades ecuestres y caninas, intentaba proteger a un grupo de antifascistas encapuchados. La Policía Metropolitana reportó 26 agentes heridos, incluyendo uno que perdió varios dientes y otro con una hernia discal y una herida en la cabeza. Se realizaron once arrestos, predominantemente entre simpatizantes de Robinson.
La Met Police condenó la violencia en X, señalando que sus agentes intervinieron en repetidas ocasiones para evitar brechas y agresiones. Estos choques constituyen otro capítulo más en el agravamiento de las divisiones respecto a la inmigración en el Reino Unido y el resto de Europa, dejando patente con el mitin de Robinson lo volátil que se está tornando la situación.
