Tipos de lectores: Hay dos tipos de lectores: los que prefirirían morir antes de doblar una página, manteniendo sus libros impecables, y los que llenan sus libros de marcas, con esquinas dobladas y comentarios escritos al margen. Estos dos tipos rara vez se juntan en una sola persona, y definitivamente no se prestan libros entre ellos. Pero una nueva generación de lectores está encontrando una manera de combinar ambos estilos, reviviendo el arte y el romance de la marginalia, transformando sus libros en objetos #estéticos.
Comentarios en redes: "Veo a mucha gente que tiene libros así", dice un usuario de TikTok, mostrando novelas llenas de pestañas de colores. "¿Qué están haciendo? ¡Expliquen! Parece tarea… pero también me gustan los útiles de oficina."
En comunidades como BookTok y Bookstagram, hay grupos dedicados solo a anotar y marcar libros. Algunos usan sistemas de colores (rosa para momentos románticos, azul para pistas) o simplemente decoran los márgenes con dibujos. Para muchos, anotar es tan importante como compartir fotos de sus estanterías o reseñas.
Marcela, una usuaria de Bookstagram, empezó a anotar sus libros el año pasado. "Antes no me daba cuenta de que estaba ‘anotando’, pero escribía mis reacciones al margen para recordar lo que sentía al leer", cuenta. Ahora usa pestañas y plumas de colores, especialmente en libros que sabe que volverá a leer, como la saga Throne of Glass.
"Me ayuda a disfrutar más la construcción del mundo y los personajes", dice. "Puedo ver cómo cambian mis opiniones y comprobar si mis predicciones eran correctas."
Los géneros más populares en estas comunidades son el romance y la fantasía romántica. Según la autora Jodi McAlister, esto se debe al éxito de libros como The Love Hypothesis o A Court of Thorns and Roses, que han ayudado a quitar el estigma alrededor del romance. "Es una forma de celebrar el libro como objeto valioso", explica.
Anotar también puede ser una forma de conectar. Algunos regalan libros anotados a amigos, llenos de bromas y comentarios. Otros buscan libros usados con notas de antiguos lectores, creando un vínculo con el pasado.
Hasta los autores hacen sus propias anotaciones: Ann Patchett lanzó una edición comentada de Bel Canto, aunque advirtió que no era ideal para primeras lecturas por los spoilers.
Personalmente, suelo estar demasiado inmersa en los libros para anotarlos por diversión, pero esta semana probé con una biografía y terminé escribiendo exclamaciones y comentarios al margen, como si estuviera hablando con un amigo.
Si al principio parece tarea, quizás no sea malo. Leer con más atención, marcando esos párrafos especiales, puede hacer que la experiencia sea aún más gratificante.