Dicen que el fútbol es un juego sencillo, pero para algunos de los mejores entrenadores no lo es. Ellos lo ven como algo hermoso y locamente complicado. Por eso muchos buscan inspiración en Edgar Morin, un filósofo francés de 104 años.
Morin es considerado el padre del pensamiento complejo y su influencia va más allá del fútbol. Se ve en cómo entrenadores como Pep Guardiola y Jose Mourinho entienden su trabajo. Sus teorías ayudan a dar forma al juego moderno.
En Argentina, Cesar Luis Menotti, el técnico que ganó el Mundial de 1978, regaló un libro de Morin a Mauro Navas, entrenador de juveniles de Boca Juniors. Matias Manna, analista de Argentina en el Mundial 2022, dice que se “enamoró” de las ideas de Morin.
En Portugal, Morin es una figura clave. Se estudia en las escuelas de entrenadores de Madeira, Lisboa y Oporto. Los métodos de Mourinho se comparan con los de Morin. Hasta Leonardo Jardim, técnico campeón con el Mónaco en 2017, se reunió con él.
Jardim dice que “Morin me ayudó a crear mi metodología”. Su asistente Nelson Caldeira va más allá: “La base común de los entrenadores portugueses, toda esta idea de complejidad, viene de las ideas de Edgar Morin”.
Acacio Santos, otro entrenador portugués, llegó a Morin por otro camino: “Fue en Barcelona, donde estudié. Aprendí de Morin en las clases de Paco Seirul·lo”.
Seirul·lo es el preparador físico de La Masia, pero su impacto en el Barça es enorme. Él dice: “Edgar Morin es el padre de todo esto”.
¿Por qué esta idea de complejidad atrae a los mejores? Porque el fútbol tiene muchas piezas en movimiento. En otros deportes, como el golf o los dardos, es más simple. En el fútbol, todo cambia constantemente.
“Muchos entrenadores tratan de simplificar”, dice Santos. “En Portugal, en los 80, hacían eso: cuatro principios de ataque, cuatro de defensa. Pero el fútbol es complejo. Morin me ayudó a entenderlo”.
Santos recuerda las clases de Seirul·lo en La Masia: “Pensé que aprendería de músculos, pero hablaba de sociedad”. También recuerda una charla con Juanma Lillo, asistente de Guardiola: “Me dijo que la belleza de nuestro trabajo es crear caos… y luego orden”.
Alfonso Montuori, experto en Morin, explica por qué estos ideas atraen a los entrenadores: “Es el equilibrio entre orden y desorden. La vida es compleja, y el fútbol también”.
Montuori añade: “Mucha gente simplifica demasiado. Pero pensar en la complejidad significa ver conexiones, lo imprevisto. El desorden puede ser una oportunidad”.
Para Morin, no se trata de elegir entre equipo o individuo, sino de ambos. “No le dirías a Messi que pierda su identidad por el equipo”, dice Montuori.
En el Barça, Santos vio cómo el equipo era más flexible, no más controlado: “Era la razón por la que defendían mejor. Ahí entendí que el fútbol es complejo”.
Caldeira tuvo una revelación similar: “Una organización no puede depender de un solo jugador, ni siquiera del Barça con Messi”. En el Mónaco, aplicaron estas ideas y ganaron la liga.
Al principio, los periodistas criticaron su método: “Dijeron que no entrenamos físicamente bien. Pero ganamos todo”. Morin incluso los visitó en Mónaco.
La periodización táctica, asociada a Vitor Frade en Oporto, también viene de Morin. Mourinho llevó ideas similares al Chelsea.
“Si escuchas a todos los pensadores, siempre encuentras esa raíz”, dice Caldeira. En España, Seirul·lo nunca repite un ejercicio porque el fútbol es impredecible.
“El fútbol es simple de entender, pero su análisis no tiene fin”, concluye Caldeira. “Por eso sigo enamorado de este juego”.
Santos está de acuerdo: “Ahora, en vez de tener una receta, tengo que pensar. Es difícil aceptar la complejidad, pero ahora me siento cómodo en el caos. Todo gracias a Edgar Morin”.
