La Iglesia católica de España comunicó este viernes que ha recibido un total de 101 denuncias por abusos sexuales en lo que va de año mediante su nuevo sistema de compensación.
Dicho mecanismo fue instaurado a principios de este año tras las críticas suscitadas por la opacidad de la institución en lo concerniente a los abusos a menores dentro de sus filas, habiendo acordado investigar el asunto en 2022.
Francisco García Magán, secretario general de la Conferencia Episcopal Española, señaló que 58 casos han sido “resueltos” y otros 11 están próximos a su resolución, hallándose el resto todavía bajo análisis.
No precisó si las víctimas habían recibido indemnización y, en caso afirmativo, se abstuvo de revelar las cuantías, aludiendo a la independencia de la comisión.
La Iglesia mantiene negociaciones con el Gobierno sobre su participación en un fondo estatal para compensar a las víctimas, y los debates incluyen la posibilidad de que las denuncias puedan presentarse ante el Defensor del Pueblo en lugar de hacerlo directamente ante la institución eclesiástica.
En las últimas semanas han surgido nuevas alegaciones en contra de la institución, entre ellas la acusación de que el obispo de Cádiz abusó de un menor durante la década de 1990 en Getafe, cerca de Madrid. Otro sacerdote de Getafe fue destituido este verano por supuestos abusos.
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Según un informe independiente publicado en 2023, se estima que más de 200.000 menores han sido víctimas de abusos sexuales por parte del clero católico en España desde 1940.
Los propios registros de la Iglesia contabilizan 1.057 “casos registrados”.
A diferencia de lo ocurrido en otros países, en España —una nación de tradición católica que ha devenido en altamente secular— las acusaciones de abusos clericales solo recientemente han comenzado a cobrar relevancia, lo que ha motivado acusaciones por parte de los supervivientes de que la Iglesia ha intentado ocultar los hechos.