La Guardia Civil ha procedido a la detención de un joven en San Javier tras sorprenderle en flagrante delito hurtando una bicicleta eléctrica, lo que ha dado por concluida una sucesión de actos criminales que suscitaban una preocupación cada vez mayor entre los residentes y dueños de establecimientos de esta población costera.
Esta detención se enmarca en la Operación “Elecbike”, iniciada dentro del Plan Comercio Seguro de la Benemérita, cuyo objetivo era la investigación de una serie de hurtos y robos de bicicletas eléctricas en una concurrida zona comercial de Santiago de la Ribera.
Las pesquisas se iniciaron en noviembre, una vez que los agentes constataron un patrón delictivo repetido en una misma avenida céntrica y en el paseo marítimo. Los hechos, cometidos a plena luz del día y en horas de máxima afluencia peatonal, iban desde hurtos oportunistas hasta robos con un grado de violencia creciente.
Según la investigación, el sospechoso comenzó sustrayendo las bicicletas eléctricas aprovechando breves descuidos de sus propietarios, incluso cuando contaban con medidas de seguridad. Al escalar su actividad, los investigadores percibieron un preocupante cambio en su *modus operandi*, llegando a perpetrar supuestos robos con violencia e intimidación, dirigidos principalmente contra víctimas de edad avanzada. En varios casos, se relata que las víctimas fueron atacadas por la espalda, derribadas y agredidas antes de que el individuo huyera con su bicicleta y sus pertenencias.
La Guardia Civil lo describió como un sujeto escurridizo, que tomaba precauciones para evitar ser identificado, utilizando gorras y gafas de sol. Se establecieron dispositivos de vigilancia para localizarlo y interceptarlo.
Uno de estos operativos dio resultado cuando los agentes aprehendieron al sospechoso *in fraganti* mientras intentaba hurtar otra bicicleta eléctrica en la citada avenida. Entre sus enseres se halló una sierra metálica, presuntamente empleada para forzar los dispositivos de seguridad.
El detenido fue arrestado en el lugar por su presunta implicación en múltiples delitos contra la propiedad, incluyendo hurto, robo con violencia e intimidación, y un delito de estafa. Los investigadores también han establecido que el dinero obtenido de la venta de las bicicletas robadas se destinaba, al parecer, a financiar su consumo de estupefacientes.
Hasta el momento, se han esclarecido una decena de hechos delictivos y se han recuperado varias bicicletas sustraídas, ya reintegradas a sus legítimos dueños. La investigación permanece abierta y la Guardia Civil no descarta nuevas imputaciones.