Calvià, el mayor municipio turístico de Mallorca y que alberga más de 50.000 camas hoteleras, ha sido durante mucho tiempo un referente de la industria turística de la isla. Hoy, ha ido un paso más allá al convertirse en un destino turístico inteligente, caracterizado por una infraestructura avanzada y servicios innovadores diseñados para mejorar tanto la experiencia del visitante como el desarrollo sostenible.
En 2019, Calvià se adhirió a la red de Destinos Turísticos Inteligentes establecida por el ministerio de turismo de España. Una iniciativa de envergadura que ha conllevado una inversión de 3,2 millones de euros —el 60% proveniente de fondos europeos y el resto del consistorio—, y que ha centrado sus esfuerzos en el uso de la tecnología para mejorar la sostenibilidad y las experiencias de turistas y residentes. El proyecto se encuentra en su fase final, habiéndose implementado ya el 95% del mismo.
Las playas han estado en la vanguardia. Se han instalado un total de 14 cámaras para monitorizar la playa de Torà en Peguera, así como las playas de Palmanova, Magaluf y Santa Ponça. Estas forman parte de un sistema de control de aforo impulsado por algoritmos de inteligencia artificial, lo que permite monitorizar en tiempo real la ocupación de las playas. En junio, al parecer, la ocupación media fue del 20% del aforo permitido.
El alcalde, Juan Antonio Amengual, señala: “Contamos con mejores playas, lo que nos convierte en un destino turístico y de ocio puntero para los residentes. En los últimos años, nos hemos esforzado por mejorar sus servicios y por hacerlas más sostenibles”. Destaca que la zona de baño delimitada se ha ampliado hasta los 200 metros y que se han eliminado las actividades motorizadas en todas las playas excepto en Magaluf.
Está previsto un sistema de reserva y alquiler para los equipamientos playeros, que abordará los problemas actuales con el alquiler de hamacas, sombrillas y balinesas.
Se han creado siete estaciones de captación de datos meteorológicos y ambientales. Dieciséis ‘boyas inteligentes’ analizan la calidad del agua, monitorizando la temperatura, entre otros parámetros. También se han instalado sesenta sensores acústicos en el municipio.