A escasamente un mes para la Navidad, muchos hogares ya han engalanado sus viviendas con adornos festivos, mientras que otros ultiman sus compras. En El Corte Inglés de Avenidas, los clientes pueden encontrar de todo, desde los clásicos belenes y árboles de Navidad hasta piezas contemporáneas más sofisticadas, como esferas de cristal y metacrilato, e incluso muñecos de peluche tejidos a ganchillo. Sin embargo, una figura que gana cada vez más protagonismo año tras año es la del soldado cascanueces. Estas figuras de madera, de origen alemán y que simbolizan la protección, pueden alcanzar hasta 1,8 metros de altura, con precios que oscilan entre los 39,95 y los 900 euros.
La sexta planta de estos grandes almacenes alberga el mayor despliegue navideño de este año: un entorno mágico donde los visitantes pueden descubrir las últimas tendencias en decoración festiva, incluyendo una extensa selección de adornos de cristal y una elegante vajilla para reuniones con familiares y amigos. Las plantas artificiales, como las poinsetias y la tradicional flor de pascua, también registran una alta demanda, a medida que los hogares buscan realzar su decoración estacional.
Los árboles de Navidad, nevados o no, siguen siendo un elemento imprescindible. Las opciones van desde los 80 hasta los 600 euros, siendo los más altos de hasta tres metros. También se ofrece una práctica línea de árboles plegables. Entre los peluches, la colección de Disney resulta especialmente llamativa, al igual que el popular “elf on the shelf”, un favorito de los niños que ahora aparece en diversos productos, desde cajas de bombones hasta calendarios de Adviento.
El pasado tarde, El Corte Inglés de Avenidas inauguró también su belén: un impresionante montaje creado por Agustín Bibiloni y José Antonio Terriente de la Agrupació de Betlemistes Francesc Rosselló de Balears. Abierto al público hasta el 6 de enero del 2026, la instalación cuenta con 42 figuras elaboradas por el reconocido escultor José Luis Mayo. Con su establo de diseño minucioso y figuras de factura artesanal, el conjunto pretende evocar la vida en la región hace 2000 años e incluye un río de ocho metros de longitud como impactante pieza central.
