Llevábamos siguiendo los Premios de la Moda 2025 desde que Anok Yai fue anunciada como “Modelo del Año”, mucho antes de la ceremonia. La alfombra azul de este año vió desfilar a la nueva directora del British Fashion Council, Laura Weir, a Jonathan Anderson (de nuevo, sí), a Sarah Burton, Grace Wales Bonner, Sam Wolf y muchos más creativos. Los ganadores de la noche no fueron precisamente los gigantes habituales de la moda, sino más bien nombres independientes británicos que de alguna manera terminaron por adueñarse de la sala. Vogue lo dijo, nosotros lo vimos, y se acabó.
Y el gran premio de la noche es para… redoble de tambores por favor… Jonathan Anderson. Merecidísimo, obviamente, pero ¿es realmente una sorpresa por tercer año consecutivo? Lo único que no vimos venir en abril fue que no lo reclamaría para Loewe, sino para la casa de Dior, sinceramente icónico. La Diseñadora Británica de Moda Femenina del Año fue para Sarah Burton por Givenchy. Hay sentimientos encontrados, pero para ser honesta, el vestido maquillaje aún desfila por la pasarela en mi mente. En cuanto al Diseñador Británico de Moda Masculina del Año, la gente apoyaba un poco a Craig Green. Nota rápida: yo soy esa gente. Pero Grace Wales Bonner por Wales Bonner se lo llevó, y todos seguimos felices.
El Premio Vanguard fue para Dilara Fındıkoğlu, y sí, he oído las historias de terror pero eso es para otro momento, prefiero que el drama de la alta costura se quede en la pasarela. Luego está el Premio Isabella Blow al Creador de Moda, entregado a Rei Kawakubo, Adrian Joffe y Dickon Bowden. Si alguien aún duda de la influencia de Dover Street Market, anoche lo dejó muy claro. Pero hubo una novedad en los premios este año, el Premio Pandora al Momento de Estilo del Año, que fue para Sam Woolf, el estilista detrás de Doechii y muchos más. Otros ganadores incluyeron a Brunello Cucinelli con el Premio a la Trayectoria, y algunos más que te dejamos buscar en Google si te interesa.
Y ahí lo tienes, los premios hicieron lo que siempre hacen: destacaron a los sospechosos habituales, celebraron a los menos favorecidos y recordaron a todos que en la moda, los verdaderos ganadores no siempre son los que tienen los nombres más sonados. A veces es simplemente quien tiene la confianza suficiente para presentarse y hacerse con el control.