Los dueños de perros en Huércal de Almería que se adhirieron al polémico censo canino de ADN podrán recuperar el coste, mientras que el ayuntamiento redobla sus esfuerzos para mantener las calles limpias.
Una recompensa por cumplir las normas
Durante meses, en los parques y plazas de Huércal no solo se ha hablado de fútbol o del tiempo, sino también de los excrementos caninos y el ADN. Ahora, el consistorio ha aprobado una subvención de 40 euros por cada perro registrado en el censo genético municipal antes del 15 de octubre, lo que supone, en la práctica, el reembolso de la prueba de saliva que vincula a cada mascota con una base de datos municipal.
Según los datos locales, 1.267 canes fueron inscritos durante la fase voluntaria, iniciada antes del verano. La prueba, cuyo coste es de 40 euros, la realizan veterinarios que colaboran con el sistema ADN Canino. Los propietarios que registraron a su animal o que al menos tenían una cita concertada antes de la fecha límite podrán solicitar ahora la devolución una vez que entre en vigor la ordenanza de subvenciones modificada.
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Una ciudad más limpia, con un coste
Huércal de Almería es uno de los cada vez más numerosos municipios españoles que utiliza el ADN canino para combatir los excrementos en la vía pública. El sistema permite al Consistorio cotejar los restos fecales abandonados con un animal registrado y, en última instancia, con su dueño.
Los responsables afirman que está funcionando. Los incidentes relacionados con excrementos de perro denunciados en el municipio a través de la aplicación Gecor se han reducido en aproximadamente un 40% desde que el programa ADN Canino entró en vigor a finales de mayo. El alcalde, Ismael Torres, ha sostenido que el censo mejora la limpieza viaria, fomenta la tenencia responsable y contribuye a prevenir el abandono.
Para muchas familias locales, tanto españolas como extranjeras, que pasean a sus perros por las mismas aceras donde juegan los niños, la disminución de “sorpresas” bajo los pies es un cambio bien recibido.
Debate comunitario sobre su equidad
No todo el mundo está convencido. Una campaña en Change.org titulada “¡No al censo canino por ADN en Huércal de Almeria!” ha recogido cientos de firmas, acusando a la iniciativa de ser costosa, ineficaz e injusta para los propietarios que ya son responsables. Los críticos argumentan que el municipio debería haber financiado las pruebas desde un principio, en lugar de obligar a los residentes a pagar por adelantado.
Es improbable que la nueva subvención de 40 euros zanje el debate, pero sí altera el cálculo para muchos hogares que compaginan el cuidado de sus mascotas con el incremento de facturas. Por ahora, Huércal de Almería se ha convertido en un inesperado campo de pruebas: un lugar donde dueños de perros, concejales y activistas contribuyen a decidir hasta qué punto debe llegar un pequeño municipio en aras de unas calles más limpias.
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