La Economista corona a España como la economía de mayor crecimiento en el mundo desarrollado en 2024 – ¿pero se ha distribuido la riqueza de manera equitativa?

ESPAÑA ha sido declarada la economía más fuerte de 2024, liderando las clasificaciones de la OCDE por su notable crecimiento económico, bajo desempleo e inflación controlada, según The Economist.

La prestigiosa publicación británica atribuye este éxito a un mercado laboral en auge y altos niveles de inmigración, proyectando un crecimiento económico que superará el 3% este año.

Esto consolida el papel de España como líder económico de un Mediterráneo en resurgimiento, junto con ganancias notables en Grecia e Italia.

El desempleo en España ha caído a su nivel más bajo en más de una década, una tendencia que se refleja en países vecinos del sur de Europa.

El Economista también destacó la capacidad de España para mantener una inflación básica estable, evitando los picos vistos en el Reino Unido y Alemania.

Aunque no lidera en desempeño del mercado financiero, la relativa estabilidad de España contrasta con las caídas vistas en otras naciones.

También logró equilibrar su presupuesto, distinguiéndose de países con déficits crecientes.

Sin embargo, persisten desafíos. El crecimiento en el PIB per cápita ha quedado rezagado detrás del PIB total, lo que sugiere que los beneficios de la expansión económica aún no se distribuyen de manera equitativa, un signo revelador ilustrado por la creciente frecuencia de protestas a nivel nacional contra Airbnb y el turismo masivo.

Los mercados turístico e inmobiliario de España han impulsado su crecimiento, ambos con aumentos de dos dígitos en el último año.

Pero el ascenso de ambos ha planteado problemas de una creciente ‘turistocracia’, en la que los beneficios se concentran en manos de unos pocos mientras se agrava una crisis de vivienda entre los menos afortunados.

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Sin embargo, el ascenso económico general de España contrasta notablemente con potencias tradicionales como Alemania y el Reino Unido, que están lidiando con una débil manufactura y altos costos energéticos.

El sur de Europa, una vez visto como rezagado económicamente, está disfrutando ahora de un renacimiento bien merecido.

“Su resurgimiento económico merece una celebración”, concluye el artículo, reflejando la transformación de la región de una periferia en dificultades a un próspero centro de crecimiento.

Este reconocimiento refuerza el lugar de España en el escenario económico global, destacando su progreso como modelo de recuperación post-pandémica en Europa.