Natalie Sherman
Corresponsal de Negocios
Bloomberg via Getty Images
La economía de Estados Unidos aceleró su ritmo durante los tres meses hasta septiembre, ya que el gasto de los consumidores aumentó y las exportaciones crecieron.
La economía más grande del mundo se expandió a una tasa anual del 4.3%, por encima del 3.8% del trimestre anterior. Este resultado fue mejor de lo esperado y marcó el crecimiento más fuerte en dos años.
El informe, cuya publicación fue retrasada por el cierre del gobierno estadounidense, arroja luz sobre una economía que ha sido golpeada por cambios dramáticos en las políticas comerciales y de inmigración, así como por una inflación persistente y recortes en el gasto público.
Pero aunque esto ha provocado fuertes vaivenes en algunas áreas, como las importaciones y exportaciones, la economía subyacente ha mantenido un impulso sólido, superando muchas previsiones.
"Esta es una economía que ha desafiado las expectativas más pesimistas básicamente desde principios de 2022", dijo Aditya Bhave, economista senior de Bank of America.
En declaraciones al programa Business Today de la BBC, el Sr. Bhave describió la economía como "muy, muy resistente".
"No veo por qué eso no debería continuar en el futuro", añadió.
La cifra de crecimiento general para el tercer trimestre del año fue mucho más fuerte de lo esperado, ya que la mayoría de los analistas anticipaban un ritmo anual de aproximadamente 3.2%.
Fue impulsada por el gasto de los consumidores, que aumentó a una tasa anual del 3.5%, en comparación con el 2.5% del trimestre anterior, a pesar de un mercado laboral que se desacelera, ya que los hogares gastaron más en servicios de salud.
Las importaciones —que restan al crecimiento— continuaron disminuyendo, reflejando la ola de impuestos a los envíos que entran a EE.UU. que el presidente Donald Trump anunció esta primavera.
Mientras tanto, las exportaciones, que habían caído bruscamente, se recuperaron, aumentando un 7.4%. El gasto público también repuntó, impulsado por los desembolsos en defensa.
Estas ganancias ayudaron a contrarrestar una desaceleración en la inversión empresarial, incluso en propiedad intelectual, y un mercado inmobiliario que lucha bajo el peso de tasas de interés aún elevadas, lo que ha agravado los problemas de asequibilidad y las limitaciones de oferta.
Michael Pearce, economista jefe para EE.UU. de Oxford Economics, dijo que la economía estaba bien posicionada de cara al 2026, ya que comienza a sentir el impulso de los recortes de impuestos y las recientes medidas del banco central estadounidense para bajar las tasas de interés.
"Las medidas subyacentes son consistentes con una expansión sólida", afirmó.
Sin embargo, algunos analistas advirtieron que el aumento de precios que enfrentan algunos hogares podría dificultar sostener el ritmo de crecimiento inusualmente fuerte visto en el trimestre más reciente.
Durante los tres meses hasta septiembre, el indicador de inflación preferido por la Fed, el índice de precios de gastos de consumo personal, subió un 2.8%, comparado con el 2.1% del trimestre anterior, según el informe.
Los analistas han advertido que esos aumentos de precios están presionando a los hogares de ingresos bajos y medios, incluso mientras los hogares con mayores ingresos continúan gastando con libertad.
Oliver Allen, economista senior para EE.UU. de Pantheon Macroeconomics, señaló que encuestas más recientes y datos de tarjetas de crédito sugieren que los hogares están frenando su gasto.
"El débil mercado laboral, los ingresos reales estancados y el agotamiento de los ahorros excesivos de la era pandémica finalmente parecen estar alcanzando a los hogares", comentó.