La DGT y el gobierno estudian prohibir que los coches circulen con solo una persona

El jefe de tráfico de España afirmó que «el futuro de la movilidad en el país es compartido o no será» | Créditos: Juan Carlos L. Ruiz/Shutterstock

Las autoridades de tráfico y funcionarios públicos españoles están evaluando un plan para imitar la ley francesa, que obliga a compartir coche para ir al trabajo u otros fines, con el objetivo de reducir drásticamente la congestión y la contaminación.

El país vecino ya cuenta con carriles específicos para vehículos con dos o más ocupantes, especialmente en horas punta. Además, las nuevas normas contemplan multas para quienes usen esos carriles sin cumplir el requisito.

En París, capital de Francia, a partir de mayo de 2025 se prohibirá circular solo en ciertas zonas. Para fomentar el uso compartido del coche, se ha reservado un carril en toda la circunvalación para autos con más de un ocupante, según informó 20 Minutos.

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En España, como en la mayoría de países europeos, se ha intentado promover este estilo de vida durante años para reducir la contaminación. Para ello, se han implementado medidas como Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) e impuestos a la circulación.

El director de tráfico habla de un futuro de coches compartidos

A finales del año pasado, el director de la DGT, Pere Navarro, lanzó un mensaje claro sobre los hábitos actuales de conducción. Durante la Global Mobility Call en Madrid, declaró sin rodeos: «El futuro del coche será compartido o no será». La estadística que citó es reveladora: el 85% de los coches en hora punta llevan solo a una persona.

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Esto implica mover 1.500 kg de metal para transportar a una sola persona. El impacto ambiental es evidente, pero también lo es la congestión. Navarro fue contundente: construir más carreteras agrava el problema.

Su propuesta se centra en fomentar los vehículos con alta ocupación, siguiendo el ejemplo de ciudades como París. Actualmente, las autoridades españolas estudian cómo aplicarlo. Entre las ideas, destacan ampliar las ZBE con normas basadas en la ocupación y restricciones en carriles, posiblemente con monitorización en tiempo real.

El objetivo no es multar a conductores, sino cambiar una cultura que asfixia las ciudades. Navarro insiste en que se trata de un cambio de mentalidad: que compartir coche sea la norma, no la excepción.

Introducción de carriles para dos o más ocupantes

España ya tiene herramientas: desde apps como BlaBlaCar y Uber hasta servicios de carsharing como Free2Move y Voltio. Sumando redes de transporte público y ZBE, los cimientos están puestos.

Los siguientes pasos dependen de voluntad política y tecnología. Cámaras térmicas y sensores de ocupación, ya probados en otros países, podrían usarse en horas punta para fiscalizar estos carriles.

Este modelo también tiene ventajas económicas: menos coches alivian el desgaste vial, reducen atascos y liberan aparcamientos. Menos contaminación significa además un ahorro en costes sanitarios. Navarro lo resume como un ganar-ganar.

Equilibrio entre fiscalización y concienciación

El cambio no será inmediato. Aplicar estas normas requiere legislación, apoyo municipal y adaptación ciudadana. Las ciudades deberán decidir cómo implementarlas, buscando un equilibrio entre control y pedagogía.

Pero el discurso de Navarro ha marcado un antes y un después. La alternativa—seguir como hasta ahora—no es viable. Mientras España diseña su próxima fase de movilidad, debe elegir entre carreteras llenas de coches vacíos o un tráfico inteligente y compartido. El futuro tiene nombre: colaboración.

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