PEKÍN (Reuters) – La demanda de viviendas nuevas en China probablemente seguirá muy por debajo del máximo del mercado en 2017 durante los próximos años, dijo Goldman Sachs el lunes por la noche. Esta proyección sugiere que la segunda economía más grande del mundo enfrenta una larga crisis inmobiliaria.
El sector inmobiliario de China, que representaba alrededor de un cuarto de la actividad económica en su mejor momento, entró en una crisis prolongada en 2021. El sentimiento del mercado se vio afectado por los problemas de los desarrolladores endeudados que intentaban entregar viviendas ya pagadas por los compradores.
Según el banco de inversión, la demanda de viviendas nuevas probablemente será menor a 5 millones de unidades al año, muy por debajo del récord de 20 millones en 2017.
Los datos oficiales del lunes mostraron que los precios de las viviendas nuevas cayeron en mayo, extendiendo un estancamiento de dos años. Esto resalta los desafíos del sector a pesar de las medidas de apoyo económico implementadas.
"Nuestras estimaciones anteriores no consideraban que la demanda de inversión en China podría volverse negativa mientras los dueños venden apartamentos vacíos, ni que la renovación de barrios pobres impulsada por el gobierno entre 2015-18 reduciría las demoliciones en los años siguientes," dijo Goldman Sachs.
"Es probable que los dueños de propiedades de inversión sean vendedores netos (a compradores que las ocupen) en el futuro previsible."
Con el cambio de enfoque del gobierno hacia la renovación urbana en lugar de demoliciones, la demanda promedio de viviendas por demolición bajará de 4.7 millones de unidades en la década de 2010 a 2.7 millones en la de 2020, agregó el banco.
(Reporte de Liangping Gao y Ryan Woo. Editado por David Goodman)