Rafael Roig, presidente de la Federación de Transportes de Baleares, admite la existencia de quejas sobre la saturación de los autobuses durante el verano. Aunque el aumento de frecuencias podría ser una solución, señala que el “problema actual” está motivado por la gratuidad del transporte para los residentes. No obstante, insiste en que “la demanda residencial debe tener siempre preferencia”.
Firme defensor del pacto de sostenibilidad del Govern balear para el futuro modelo turístico, sostiene que es necesario una mejor gestión de los flujos de visitantes para combatir la masificación.
“Es necesario amortiguar y regular la afluencia turística. De estar mejor regulada y planificada, el impacto sería menor, la sociedad lo viviría con menos presión y las empresas podrían ofrecer un servicio mejor y más eficiente. Hay que priorizar el bienestar de quienes residimos aquí, sin cerrar la puerta a quienes nos visitan y nos sustentan. Este equilibrio pasa por una gestión más eficas del impacto turístico en momentos de alta concentración, como la coincidencia de vuelos en un mismo horario o de cruceros en un solo día.”
“Debemos adaptarnos al mercado, crear productos de mayor valor añadido, alargar la temporada y tratar de mantener precios competitivos sin renunciar a la calidad. Y compatibilizar esto siempre con el bienestar de la población residente, sin olvidar que el turismo es el principal motor económico.”
La temporada, reconoce, ha sido un tanto más floja que la del año anterior, “pero no puede tildarse de mala”. “Se ha notado un descenso en el mercado alemán. Esto afectó a julio y agosto, aunque junio y septiembre han tenido un buen comportamiento.”
En su opinión, son varios los factores que explican el menor gasto turístico del que se ha quejado todo el verano el sector complementario (restauración, ocio nocturno, etc.).
“El turista sigue llegando, pero gasta con mayor cautela. A esto se suman los precios elevados en Baleares. Esto implica que gran parte de su presupuesto se consume antes de usar la oferta complementaria. Además, el comportamiento del viajero ha cambiado. Cada vez más turistas viajan por su cuenta, recortando el gasto en ocio y restauración. Existe un perfil de turista que viene con la intención de consumir lo justo: el llamado turista diésel.”
Respecto a la huelga de los conductores de autobús en julio, Roig considera que las empresas concesionarias han realizado un gran esfuerzo por impulsar el bienestar social y garantizar que la calidad del servicio siga siendo primordial. “El acuerdo del TIB supuso unas negociaciones complicadas y largas.”
