El Valor Sentimental de Joachim Trier llega con mucho peso de anticipación, especialmente tras su aclamada trilogía de Oslo. Como fan de "La Peor Persona del Mundo", yo esperaba para este drama familiar del 2025 una mezcla similar de introspección y resonancia emocional. Protagonizada por Renate Reinsve como Nora, una actriz de teatro que lidia con la ansiedad, junto a Stellan Skarsgård como su distanciado padre cineasta, Gustav, y con Inga Ibsdotter Lilleaas como su hermana Agnes, la película promete una mirada íntima al trauma heredado y a las líneas borrosas entre el arte y la historia personal. Desde el inicio, la fotografía y los encuadres cuidados te atrapan en la casa familiar en Oslo, un símbolo cargado de recuerdos y arrepentimientos no dichos.
[Imagen: Cartel de la película]
La historia trata sobre la reunión dudosa de Nora con su padre después de que su madre fallece. Al mismo tiempo, Gustav presenta una idea para una nueva película que refleja extrañamente su pasado doloroso. Trier explora con habilidad las ideas de actuar y de ser auténtico, preguntándose si está bien convertir el dolor de la vida real en arte. Reinsve da una interpretación sutil, mostrando su incomodidad a través de momentos y miradas silenciosos, lo que destaca el estilo característico de Trier de mostrar sentimientos internos. Skarsgård retrata la mezcla de orgullo y vulnerabilidad de Gustav con una intensidad tranquila, haciendo que sus defectos se sientan muy reales y humanos. El reparto de apoyo, incluyendo a Fanning como alguien que desafía a Nora, ayuda a profundizar los temas de la película sobre la historia familiar y el resentimiento que perdura.
[Imagen: Escena de Gustav y Nora]
Visualmente, "El Valor Sentimental" es discretamente hermosa, y la música simple y atmosférica ayuda a que los momentos emocionales se sientan naturales y suaves, en lugar de demasiado dramáticos. Hasta en las escenas más ligeras, hay un sentimiento profundo de tristeza, mientras la historia explora cómo el amor y el resentimiento pueden existir juntos en familias rotas. Trier evita las emociones cursis o falsas, eligiendo en cambio mostrar momentos reales y honestos que hacen al espectador esperar y reflexionar. Esta forma de narrar crea un espacio tranquilo para pensar sobre la memoria y la sanación.
Sin embargo, a pesar de toda su calidad técnica, la película mantiene a su audiencia a cierta distancia. Yo me vi involucrado en los viajes de los personajes, atraído por la actuación de alto nivel y la premisa interesante, pero esperando una conexión emocional más profunda que nunca llegó del todo.
[Imagen: Nora y Agnes en una escena]
A pesar de sus defectos, la película realmente muestra bondad hacia sus personajes imperfectos. Sugiere que el entendimiento y la compasión pueden ayudar a traer redención, sin intentar resolver todo de manera perfecta. El final es suave y significativo para algunos espectadores, pero para mí, no tuvo el fuerte impacto que esperaba; se sintió más como un desvanecerse que como un final poderoso. Algunas partes de la película son interesantes y bien actuadas, pero en general, se siente un poco demasiado larga para lo que ofrece, especialmente si se compara con las películas anteriores de Trier, que tenían más impacto emocional.
Si buscas una película reflexiva sobre relaciones familiares y sanación a través del arte, vale la pena verla, especialmente por sus imágenes bellas más que por momentos emocionales profundos. Verla otra vez podría revelar más detalles, pero en mi primera vez, me hizo pensar sin dejar una impresión fuerte y duradera como yo esperaba.
Se proyecta en Luna Leederville y Luna on SX desde el 26 de diciembre. También habrá proyecciones en el Luna Outdoor del 1 al 4 de enero.
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