Sr. Burton es un biopic conmovedor que narra los años transformadores de Richard Jenkins, el hijo de un minero galés que se convertiría en el legendario Richard Burton. Protagonizada por Toby Jones como el profesor Philip Burton, quien moldea un talento bruto, y Harry Lawtey como el joven y apasionado Richie Jenkins, la película explora una etapa poco conocida de la vida de Burton con sinceridad. Aunque la película tarda en encontrar su ritmo, las actuaciones destacadas y la evocadora representación de Gales en los años 40 la convierten en una exploración fascinante de la mentoría, la ambición y la identidad.
La película comienza en las calles oscuras y llenas de carbón de Port Talbot, 1942, donde Richie Jenkins (Lawtey) es un adolescente inquieto atrapado entre una familia disfuncional y las limitaciones de su mundo obrero. El ritmo inicial es lento, ya que el guión de Tom Bullough y Josh Hyams se detiene en mostrar la dureza de la vida de Richie—su padre alcohólico, Dic (Steffan Rhodri), y el hogar estrecho de su hermana Cis (Aimee-Ffion Edwards). Estas escenas, aunque atmosféricas, pueden sentirse repetitivas, como si la película buscara su rumbo. Sin embargo, esta lentitud prepara el terreno para el impacto emocional que sigue, sumergiendo al espectador en el viaje de Richie.
La historia cobra fuerza cuando Philip Burton (Jones), un profesor reservado pero apasionado, reconoce el potencial de Richie después de asignarle el prólogo de Enrique V de Shakespeare como castigo. Lo que comienza como un ejercicio disciplinario enciende una chispa en Richie, quien exclama: "¡Me encantó!" Este momento marca el giro de la película, donde la química entre Jones y Lawtey comienza a brillar. Jones retrata a Philip con una meticulosa tristeza, un hombre cuyos sueños teatrales fueron truncados por la guerra y ahora dirige su pasión hacia un prodigio. Lawtey, por su parte, captura la energía cruda y vulnerabilidad de Richie, cuyo acento galés va transformándose bajo la guía de Philip.
Las actuaciones son, sin duda, el alma de la película. Toby Jones ofrece una clase magistral de emoción contenida; su Philip Burton es una figura compleja que equilibra generosidad con una soledad callada. La interpretación de Lawtey es igualmente notable, mostrando la evolución de Richie de un chico torpe a un joven al borde del estrellato. Su capacidad para reflejar el carisma emergente de Burton es cautivadora. Lesley Manville, como la tierna pero poco explorada casera Ma Smith, añade un toque maternal.
A pesar de su inicio lento, Sr. Burton se consolida como un drama de personajes que celebra la resiliencia y el arte. Su mayor virtud es hacer que te importen profundamente sus protagonistas, incluso si no conoces el legado de Burton. Cuando Richie sube al escenario de Stratford, sientes el peso de su viaje—no solo como una futura estrella, sino como un joven que encontró su voz gracias a un mentor inesperado. Para fans de biopics o historias de superación, Sr. Burton es una película gratificante. En una tarde lluviosa de domingo, es la compañía perfecta: emotiva, bellamente actuada y un recordatorio de que la grandeza nace a menudo de creer.
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