La crisis de los olivares españoles: agricultores recurren a migrantes para la cosecha

La industria del aceite de oliva en España se enfrenta a una escasez crítica de mano de obra, lo que ha llevado a los agricultores a buscar trabajadores en el extranjero para cubrir los puestos vacantes.

En las ondulantes colinas de Córdoba, se ha lanzado un plan piloto esta temporada para incorporar trabajadores migrantes, tras agotarse la mano de obra local.

Durante años, los envejecidos jornaleros españoles han ido jubilándose, mientras las generaciones más jóvenes rechazan el agotador trabajo de la cosecha en busca de empleos mejor remunerados. Ahora, con la aceituna madurando y una demanda desesperada de recolectores, los productores admiten que se encuentran ante un muro infranqueable.

El plan, impulsado por Cooperativas Agro-Alimentarias, tenía como objetivo reclutar a 300 trabajadores extranjeros. Sin embargo, los temores por los elevados costes de alojamiento y transporte han reducido esa cifra a solo 30 trabajadores.

“Aquellos que al principio dijeron que sí, ahora dicen que no”, admitió Rafael Sánchez de Puerta, presidente del Sector Español del Aceite de Oliva. Aun así, insiste en que es un comienzo: “Si logramos funcionar con 30 este año, será una experiencia de aprendizaje para futuras cosechas”.

Se especula que Marruecos será el terreno de reclutamiento elegido, gracias a su proximidad y menores costes de transporte. Funcionarios viajarán allí para firmar acuerdos y seleccionar personalmente a la fuerza laboral.

La crisis no afecta solo al aceite de oliva. Las aceitunas de mesa –especialmente las preciadas variedades manzanilla y gordal– también se están pudriendo en los árboles. Cada año, se estima que un 15% de la cosecha no se recoje simplemente porque no hay suficientes manos para hacerlo.

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“Todo el mundo conoce el problema”, afirmó Gabriel Cabello, presidente de las Cooperativas de Aceituna de Mesa de España. “Necesitamos trabajadores, y hay migrantes aquí dispuestos a hacerlo, pero sin papeles no podemos contratarlos”. Él aboga por la regularización de los migrantes indocumentados que ya residen en España.

Los agricultores también señalan al sistema de subsidios agrarios de España. Bajo las normas actuales, algunos locales se niegan a trabajar más allá del número mínimo de días requeridos para poder percibir prestaciones por desempleo.

Los sindicatos argumentan que esto desincentiva a la gente a aceptar trabajo estacional. Juan Luis Ávila, de COAG Andalucía, ha exigido una reforma para incentivar que la gente vuelva a los campos.

Mientras tanto, los expertos del sector señalan que, incluso cuando los agricultores quieren traer trabajadores extranjeros, la burocracia lo impide debido a que las tasas oficiales de desempleo aún son elevadas.

Mercedes Adalid, de Asaja-Sevilla, declaró: “Las normativas no permiten flexibilidad. Necesitamos legalizar la opción de trabajar sin perder las ayudas”.

Se espera que España produzca más de medio millón de toneladas de aceituna de mesa esta temporada, por lo que los riesgos son enormes. A menos que los agricultores encuentren manos dispuestas, gran parte de la cosecha corre el riesgo de perderse.