La Corte Penal Internacional (CPI) ha declarado que “deplora” las nuevas sanciones de EE.UU. contra sus jueces y fiscales.
El miércoles, el Departamento de Estado estadounidense anunció nuevas sanciones contra dos jueces y dos fiscales de la CPI por participar en esfuerzos para procesar a ciudadanos estadounidenses e israelíes.
El Secretario de Estado, Marco Rubio, acusó a la CPI de ser una “amenaza a la seguridad nacional” y un “instrumento de lawfare” contra EE.UU. e Israel.
El Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aplaudió la medida de EE.UU. La CPI ha emitido órdenes de arresto contra Netanyahu y su exministro de defensa, Yoav Gallant, por presuntos crímenes de guerra y de lesa humanidad en la guerra de Gaza.
Francia se unió a la CPI para denunciar la acción de EE.UU., expresando “consternación” ya que uno de sus jueces, Nicolas Guillou, estaba entre los sancionados.
Los otros tres funcionarios de la CPI nombrados por EE.UU. fueron la jueza Kimberly Prost de Canadá y las fiscales adjuntas Nazhat Shameem Khan de Fiyi y Mame Mandiaye Niang de Senegal.
Rubio condenó la “politización, abuso de poder y extralimitación judicial ilegítima” del tribunal en un comunicado anunciando las sanciones.
La CPI es un tribunal global con poder para llevar a cabo procesamientos por genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra.
El tribunal calificó las últimas sanciones como un “ataque flagrante” a su independencia e imparcialidad.
“También constituyen una afrenta contra… el orden internacional basado en normas y, sobre todo, contra millones de víctimas inocentes en todo el mundo”, agregó.
El ministerio de Asuntos Exteriores de Francia criticó las sanciones por estar “en contradicción con el principio de un poder judicial independiente”, informó la agencia de noticias AFP.
Mientras tanto, el Primer Ministro israelí Netanyahu aplaudió la decisión, calificándola como una “medida firme contra la campaña de difamación mendaz” contra Israel.
Según el Departamento de Estado de EE.UU., Gillou fue sancionado por autorizar las órdenes de arresto contra Netanyahu y Gallant.
Dijo que Prost, la jueza canadiense, había sido sancionada por una investigación sobre personal estadounidense en Afganistán, y agregó que Khan y Niang eran responsables de “acciones ilegítimas contra Israel”.
Las sanciones significan que los cuatro funcionarios no pueden acceder ni beneficiarse de cualquier propiedad o bienes que tengan en EE.UU.
Esta última ronda de sanciones llega después de que EE.UU. impusiera restricciones similares al fiscal jefe de la CPI, Karim Khan KC, junto con otros cuatro jueces a principios de este año.
La alta comisionada de derechos humanos de la ONU ya había exigido que EE.UU. retirara sus sanciones a los cuatro jueces, diciendo que la decisión va directamente en contra del “respeto al estado de derecho”.
En julio, EE.UU. también sancionó a la relatora especial del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Francesca Albanese, quien ha sido una destacada crítica de la ofensiva militar de Israel en Gaza.
Rubio citó el apoyo de Albanese a la CPI y su participación en las decisiones del tribunal para procesar a nacionales estadounidenses o israelíes como justificación para la medida.
En respuesta, Albanese mostró su apoyo a la CPI en redes sociales, diciendo que venía del país fundador del tribunal, Italia, donde abogados y jueces “defendieron la justicia a un gran costo y a menudo con sus propias vidas”.
“Tengo la intención de honrar esa tradición”, agregó en su publicación.
