La Comisión Europea Aboga por Evitar un Enfrentamiento con China por las Tierras Raras

En un contexto de creciente tirantez entre la UE y China, tras la decisión de Pekín de restringir las exportaciones de tierras raras, el comisario europeo de Comercio, Maroš Šefčovič, pidió este martes rebajar la tensión tras mantener una conversación con su homólogo chino, el ministro de Comercio Wang Wentao.

“No tenemos interés alguno en una escalada”, afirmó Šefčovič, calificando el diálogo de “constructivo”.

Asimismo, expresó su esperanza de alcanzar “una pronta resolución” del conflicto, e invitó a su colega chino a visitar Bruselas en los próximos días tras la conversación de dos horas; una invitación que Wang aceptó, según Šefčovič.

En una nueva escalada de tensiones con Estados Unidos, China anunció el 9 de octubre nuevos controles a sus exportaciones de tierras raras al resto del mundo, lo que ha convertido a la UE en víctima colateral del conflicto comercial con Washington.

Las nuevas normas exigen, entre otros requisitos, que las empresas obtengan licencias de las autoridades chinas para exportar productos que contengan tierras raras y justifiquen su uso previsto; un procedimiento que Šefčovič tildó la semana pasada de “inmanejable” para las empresas europeas, dada la severidad con la que la oficina china condiciona la concesión de dichas autorizaciones.

La UE, al igual que el resto del mundo, depende en gran medida de China en lo que a tierras raras se refiere, ya que este país controla el 60% de la producción mundial y el 90% del refinado, de acuerdo con la Agencia Internacional de Energía (AIE).

Estos minerales resultan esenciales para los sectores digital, automovilístico, energético y de defensa.

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“Una nueva oleada de controles chinos a las exportaciones podría alterar la producción y elevar los costes. Me tomo esta advertencia muy en serio”, declaró este martes a los eurodiputados la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, explicando que la estrategia del Ejecutivo comunitario pasaba por diversificar el abastecimiento mediante nuevos acuerdos comerciales en todo el mundo y promover medidas para el reciclaje.

Situación tensa para las empresas de la UE

La situación es compleja para las empresas europeas, pues hasta la fecha solo una ínfima parte de sus solicitudes de importación han recibido luz verde por parte de China, según Šefčovič.

Ante la gravedad de la situación, el comisario europeo de Industria, Stéphane Séjourné, mantuvo el lunes una videoconferencia con representantes del sector industrial europeo.

Empresas como Volkswagen, Stellantis, Siemens, Bosch, Solvay y Umicore (pertenecientes a los sectores de automoción, energía eólica, química y procesamiento de minerales) estuvieron entre las convocadas para analizar el impacto de los nuevos controles chinos en sus operaciones.

Una fuente de la oficina de Séjourné reconoció que, dado que la situación varía según el sector, una solución única resulta “poco probable” a corto plazo.

No obstante, para paliar el impacto de las restricciones chinas en la industria europea, la misma fuente señaló que el comisario informó a las empresas de que la UE estudia la creación de un centro conjunto de compras y almacenamiento.

El asunto podría tratarse durante la cumbre de un día que la UE celebrará el jueves, si bien no está prevista una “discusión específica” al respecto, puesto que ningún Estado miembro la ha solicitado, según un alto funcionario comunitario.

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No obstante, la cumbre abordará cuestiones relativas a competitividad y tecnología verde, donde cabría incluir un “mensaje de seguridad económica”.

“Se trata de un tema importante que los líderes conocen”, añadió el funcionario.

La decisión de Pekín de controlar las exportaciones de tierras raras se produjo tras el recrudecimiento de las tensiones comerciales con Estados Unidos, las cuales han puesto a prueba las relaciones bilaterales desde el regreso al poder del presidente estadounidense Donald Trump.

Desde la semana pasada, tras una investigación iniciada durante el mandato de Biden, Estados Unidos impone aranceles a los buques construidos u operados por empresas chinas que atracan en puertos estadounidenses.

Asimismo, Washington amplió a finales de septiembre su lista negra de empresas chinas: el denominado listado de entidades, que restringe el acceso de determinadas compañías a la tecnología estadounidense.

En el punto álgido de las tensiones entre los dos gigantes económicos, los aranceles recíprocos superaron el 100% hace unos meses, si bien posteriormente se redujeron al 10% para los productos estadounidenses que ingresan en China y al 30% para los productos chinos exportados a EE. UU., tras una tregua acordada en mayo como resultado de las conversaciones mantenidas en Ginebra, Suiza.