A pesar de una pausa anunciada de 30 días en los aranceles impuestos por los Estados Unidos, la Ciudad de Calgary está explorando los posibles impactos que los gravámenes y las medidas de represalia podrían tener en sus operaciones.
Según la administración de la ciudad, se anticipan impactos relacionados con fluctuaciones de precios, cambios en la disponibilidad de productos y posibles retrasos en la cadena de suministro si se imponen aranceles el próximo mes.
“Permanecemos resilientes y estamos preparados para abordar los desafíos que puedan surgir de los aranceles de EE. UU. y de cualquier arancel recíproco que Canadá pueda implementar”, dijo la ciudad en un comunicado a Global News. “Continuaremos extendiendo proyecciones a medida que más información esté disponible”.
La alcaldesa de Calgary, Jyoti Gondek, quien viajará a Ottawa el miércoles para reunirse con los grandes alcaldes de Canadá sobre los aranceles, dijo a los periodistas el martes que la Ciudad de Calgary no está aislada de las amenazas arancelarias.
“Es posible que algunos de los productos químicos que usamos para tratar el agua nos los suministren desde EE. UU.”, dijo Gondek. “Hay una lista exhaustiva de cosas que nuestra administración está examinando para que podamos comprender las implicaciones completas”.
Según la Asociación de Construcción de Calgary (CCA), determinar impactos específicos es un desafío debido a la integración de las cadenas de suministro en ambos lados de la frontera.