Mujer de negocios. Crédito: Andrea Piacquadio, Pexels.
La industria fintech española se concibió como un estandarte de innovación e inclusión, y sin embargo, la representación femenina continúa siendo notablemente baja.
Según el informe de la OCDE *Bridging the Finance Gap for Women Entrepreneurs*, «solo 1 de cada 10 emprendedores en el sector fintech es mujer, lo que supone un descenso respecto al 14 por ciento de 2018».
La OCDE advierte que esta tendencia regresiva socava los objetivos económicos más amplios de España. Como enfatiza el informe: «Resulta de especial importancia eliminar las brechas de género existentes, ya que nuestro país no podrá alcanzar la competitividad deseada si no se adoptan las medidas necesarias para incorporar el talento de las mujeres al ecosistema».
Lo Más Leído en Euro Weekly News
Nuevas leyes de ‘start-ups’, viejas barreras
Dos leyes emblemáticas –la Ley de Creación y Crecimiento de Empresas y la Ley de Empresas Emergentes, aprobadas en 2022– se diseñaron para impulsar el emprendimiento, atraer inversión extranjera y simplificar la creación de empresas. El Gobierno describió sus principales objetivos como la concesión de «beneficios fiscales y la atracción de inversión y talento internacional».
No obstante, la OCDe señala que «la incertidumbre política y geopolítica está obstaculizando la implementación de propuestas y objetivos específicos que estas dos leyes introdujeron para fomentar el emprendimiento». La desaparición del Alto Comisionado «España Nación Emprendedora» a principios de 2023 dejó la política nacional «sin un impulsor claro».
El liderazgo femenino se rezaga
El Informe VI FinTech Women Network de la AEFI (2023) halló que, a pesar de cierta mejora en la representación directiva, el emprendimiento femenino en el sector fintech sigue siendo limitado.
Entre sus hallazgos:
- «Solo 1 de cada 10 emprendedores en el sector fintech es mujer».
- «El 61 por ciento de las mujeres afirma haber tenido que esforzarse más que los hombres para alcanzar su posición profesional actual».
- «El 45 por ciento de las mujeres declara haber tenido menos oportunidades que los hombres en su entorno laboral».
Esta regresión, explica la OCDE, se debió «en gran medida a los efectos de la pandemia de COVID-19, cuando las mujeres tuvieron mayor probabilidad de renunciar a sus carreras profesionales y abandonar sus proyectos empresariales para cuidar de sus familiares».
Por qué las mujeres aún encuentran dificultades para acceder al liderazgo en ‘fintech’
La OCDE y la AEFI identifican varios obstáculos estructurales:
- Mayor miedo al fracaso – «Las mujeres muestran mayor aversión al fracaso que los hombres», lo cual es consistente con investigaciones anteriores (Schubert et al., 1999; Charness & Gneezy, 2012).
- Acceso limitado a la inversión – las fundadoras reportan «desigualdad en comparación con proyectos liderados por hombres». Estudios demuestran que los inversores masculinos tienen menos probabilidades de financiar proyectos dirigidos por mujeres (Ewens & Townsend, 2020).
- Escasos espacios seguros para el networking – muchas mujeres citan la falta de espacios adecuados para conectar con inversores.
- Falta de modelos a seguir dentro de los ecosistemas fintech.
- Las dilaciones burocráticas pueden desalentar a los pequeños emprendedores.
Recomendaciones de la OCDE: Simplificar normas, apoyar a las mujeres
La OCDE concluye que España debe «crear un entorno que facilite la emergencia de un panorama competitivo para los servicios financieros digitales a la vez que se reducen los obstáculos burocráticos y regulatorios».
El informe propone:
- Aplicar un principio de proporcionalidad a los requisitos de licencia, reconociendo la diferencia entre empresas B2B y B2C.
- Establecer un mecanismo de inversión público-privado para mujeres emprendedoras – similar a la iniciativa *Future Fund* del Reino Unido.
- Promover la visibilidad y la tutoría para las mujeres en el sector fintech.
«La agilidad regulatoria es esencial para el desarrollo sostenible de este dinámico sector», enfatiza la OCDE.
Mientras España reposiciona su economía digital para después de 2025, el progreso en la inclusión de las mujeres determinará si su revolución fintech podrá realmente beneficiar a todos.
