La conferencia Big Ten está considerando un acuerdo de inversión enorme, de más de dos mil millones de dólares, confirma John Talty de CBS Sports. Este pacto también extendería los derechos de transmisión de la Big Ten hasta el 2046, pero quizás sea difícil convencer a Michigan y a Ohio State para que lo acepten. Las discusiones llevan meses desarrollándose, desde mayo cuando los líderes de la conferencia se reunieron con empresas, según ESPN, pero una decisión final todavía está a semanas de distancia.
Si el acuerdo se concretara, la extensión de los derechos sería un problema para los que esperan formar superligas en los deportes universitarios. El asunto es que Michigan y Ohio State quizás no estén tan abiertos al trato con capital privado como otras instituciones miembros. La liga preferiría tener un apoyo unánime para cualquier acuerdo de este tipo, según ESPN.
Alguna información sobre la oposición de Michigan la dio Jordan Acker, un miembro de la Junta de Regentes de la universidad. En las redes sociales, Acker expresó su preocupación sobre que una universidad pública se involucre tan profundamente con capital privado.
De acuerdo con ESPN, el acuerdo se basaría en la formación de una entidad comercial privada dentro de la conferencia llamada Big Ten Enterprises. Los intereses comerciales de la liga se dividirían en 20 partes, y cada una de las 18 universidades, la propia liga y la firma de capital privado recibirían una acción.
“Piensalo de esta manera: la conferencia no está vendiendo una parte de sí misma”, le dijo una fuente a ESPN. “Las funciones tradicionales de la conferencia—como la programación, los árbitros y los campeonatos—seguirían al 100% en la oficina de la conferencia. La nueva entidad que se crearía se concentraría en el desarrollo de negocios e incluiría un inversor externo con una pequeña participación financiera.”