Otros señalaron que los horarios de apertura inconsistentes y la falta de aparcamiento también han contribuido al declive de algunos establecimientos. Crédito de la foto: Phil Friar/Shutterstock
Varias pequeñas empresas consolidadas en Benijófar han cerrado recientemente sus puertas, lo que ha generado preocupación entre residentes y comerciantes que afirman que el aumento de los costes y las presiones gubernamentales hacen casi imposible mantenerse a flote.
Los vecinos informan de que cafeterías, restaurantes y tiendas de alimentación especializadas han ido cerrando una tras otra, incapaces de hacer frente a los crecientes gastos mensuales. “Gestionar un negocio aquí se ha vuelto insostenible”, declaró Carlos Martín, un residente local, señalando que el coste de la electricidad, el alquiler y las cotizaciones sociales puede superar fácilmente los 350 euros al mes antes de otros gastos generales. “Incluso antes de vender un solo artículo, ya estás en números rojos”.
Los cierres, según los residentes, reflejan los desafíos más amplios a los que se enfrentan los pequeños emprendedores en toda España, donde la inflación y el aumento de los costes de los proveedores han reducido los márgenes de beneficio. Para muchos, incluso pequeñas subidas en los precios de elementos esenciales como la energía o los envases pueden suponer la diferencia entre seguir abiertos o tener que cerrar.
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El apoyo al comercio local se debilita
Varios residentes expresaron su frustración porque las grandes cadenas de supermercados están atrayendo a los clientes lejos de los comercios independientes. Algunos argumentan que apoyar a los comerciantes locales podría ayudar a estabilizar el mercado y fomentar precios más justos. Carlos añade: “Si la gente sigue comprando en Mercadona o Aldi, las pequeñas tiendas no tienen ninguna oportunidad”, comenta Laura Bennett, que regenta una boutique cercana. “Necesitamos respaldar a los negocios de nuestra comunidad, o desaparecerán”.
Otros señalaron que los horarios de apertura inconsistentes y la falta de aparcamiento también han contribuido al declive de algunos establecimientos. “No se puede esperar sobrevivir si solo abres dos días a la semana, aun así es triste ver cómo otro buen local desaparece”.
Un centro urbano en transformación
Los cierres han dejado vacíos notorios en la calle principal de Benijófar, donde antes bulliciosos locales de comida y tiendas de take away ahora permanecen vacíos. Muchos temen que, sin un mayor apoyo comunitario o ayudas gubernamentales, el pueblo podría perder gran parte de su encanto local y espíritu emprendedor.
“Es desgarrador”, dijo Laura. “Eran gente amable que trabajaba duro. Ahora las luces se apagan una tras otra”.
Las asociaciones locales han instado a los residentes a comprar en el comercio local y han solicitado al ayuntamiento que explore formas de aliviar la carga fiscal y administrativa sobre los pequeños comerciantes. Si estas medidas llegarán a tiempo es aún incierto, pero para muchos en Benijófar, la esperanza es que las tiendas familiares restantes logren superar la tormenta el tiempo suficiente para que regresen días mejores.
