Steve Rosenberg
Editor de la BBC en Rusia
Getty Images
Trump ha amenazado con más sanciones si Rusia no llega a un acuerdo para terminar la guerra en Ucrania en 50 días.
En el Despacho Oval el lunes, Donald Trump habló fuerte, anunciando nuevos envíos de armas estadounidenses a Ucrania pagados por gobiernos europeos y amenazando con nuevos aranceles que, si se imponen, afectarían el financiamiento de la guerra rusa.
Pero, en Moscú, ¿cómo reaccionó la bolsa de valores? Subió un 2.7%.
Eso se debe a que Rusia esperaba sanciones aún más duras del presidente Trump.
"Rusia y EE.UU. se acercan a un nuevo enfrentamiento por Ucrania", advirtió el diario Moskovsky Komsomolets en su edición del lunes. "La sorpresa de Trump no será agradable para nuestro país".
No fue "agradable". Pero Rusia se alegrará, por ejemplo, de que los aranceles secundarios contra sus socios comerciales solo entren en vigor en 50 días.
Eso le da a Moscú tiempo para preparar contrapropuestas y retrasar aún más las sanciones.
Aun así, el anuncio de Trump refleja un enfoque más duro hacia Rusia. También muestra su frustración con la reticencia de Vladímir Putin a firmar un acuerdo de paz.
Al volver a la Casa Blanca en enero, Trump había puesto el fin de la guerra en Ucrania como prioridad de política exterior.
Durante meses, la respuesta de Moscú fue: "Sí, pero…".
En marzo, Rusia aceptó la propuesta de alto al fuego de Trump, pero pidió primero el fin de la ayuda militar occidental a Kiev y de la movilización ucraniana.
Moscú insiste en que quiere paz, pero primero deben resolverse las "causas profundas" de la guerra. El Kremlin las ve muy diferente a Ucrania y Occidente. Argumenta que el conflicto surgió por amenazas externas a su seguridad: Kiev, la OTAN y "Occidente colectivo".
Pero en febrero de 2022, no fue Ucrania ni la OTAN quien invadió Rusia. Fue Moscú quien lanzó una invasión total, desatando la mayor guerra en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Reuters
Rusia inició su invasión a gran escala de Ucrania hace más de tres años
Por un tiempo, el "Sí, pero…" evitó más sanciones de EE.UU., mientras Rusia continuaba la guerra. La administración Trump, buscando mejorar relaciones con Rusia, prefirió hablar con "zanahorias" en lugar de "palos".
Críticos del Kremlin advirtieron que Rusia ganaba tiempo. Pero Trump confiaba en convencer a Putin.
El presidente ruso no parece tener prisa. El Kremlin cree que tiene la iniciativa en el campo de batalla y quiere paz, pero en sus términos.
Esos términos incluyen el fin de los envíos de armas a Ucrania. El anuncio de Trump deja claro que eso no pasará.
Trump dice que está "descontento" con Putin. Pero el desengaño es mutuo. Rusia también se desencantó con el presidente estadounidense. El lunes, Moskovsky Komsomolets escribió:
"[Trump] claramente tiene delirios de grandeza. Y una boca muy grande".
