AVISO OFICIAL
Los reguladores de seguridad estadounidenses han iniciado una investigación sobre los vehículos autónomos de Tesla, la cual afecta aproximadamente a 2,9 millones de unidades, tras recibir informes de vehículos que habrían ignorado señales de tráfico en rojo, invadido carriles contrarios y, en ciertos casos, sufrido colisiones.
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) señaló en un documento oficial que se encuentran analizando 58 incidentes en los que los vehículos Tesla habrían infringido normativas de tráfico mientras operaban con el denominado sistema de Conducción Autónoma Total o FSD.
Esta nueva investigación se suma a otras indagaciones pendientes sobre la tecnología de Tesla, lo cual podría afectar los planes de Elon Musk de transformar millones de sus automóviles en circulación en vehículos completamente autónomos mediante actualizaciones remotas de software.
La investigación coincide con las declaraciones de Musk, cuya posición como la persona más acaudalada del mundo se sustenta parcialmente en sus acciones de Tesla, habiendo prometido desplegar cientos de miles de taxis autónomos en ciudades estadounidenses para fines del próximo año.
Tesla ha sostenido ante autoridades regulatorias y en procesos judiciales que ha advertido consistentemente a los conductores que el sistema no puede operar el vehículo de manera independiente, y que quien ocupa el puesto de conducción debe permanecer alerta para intervenir en cualquier momento.
No obstante, las autoridades reguladoras afirman que numerosos conductores de Tesla involucrados en accidentes manifestaron que los vehículos no emitieron advertencias ante comportamientos inesperados del sistema.
Las acciones de Tesla experimentaron una caída de casi el 3% durante la jornada del jueves, aunque finalmente cerraron con una pérdida del 0,7%.
Litigios Persistentes
A comienzos de este año, la NHTSA inició una investigación independiente sobre la función de “convocatoria” de Tesla tras una serie de colisiones menores en estacionamientos. En agosto, las autoridades abrieron otra indagación sobre supuestos retrasos de la empresa en reportar accidentes según lo establecido.
Ese mismo mes, un jurado en Miami determinó que Tesla era parcialmente responsable de un accidente mortal ocurrido en 2019 en Florida, relacionado con su tecnología de asistencia al conductor Autopilot —distinta del sistema de conducción totalmente autónoma—, ordenando a la compañía compensar a las víctimas con más de 240 millones de dólares (207,55 millones de euros).
El sistema de tecnología de conducción autónoma actualmente bajo escrutinio corresponde a lo que se denomina software de asistencia al conductor de Nivel 2, que exige la atención continua del conductor. Recientemente se presentó una nueva demanda legal al respecto.
La compañía simultáneamente prueba una versión significativamente mejorada que no requeriría intervención humana, algo que Musk ha prometido implementar durante años.
Tesla enfrenta presión para demostrar el éxito de esta tecnología, dado que su negocio principal —la venta de automóviles— enfrenta desafíos significativos.
Algunos consumidores, descontentos con el apoyo de Musk al expresidente Donald Trump y a candidatos de extrema derecha en Europa, han boicoteado la empresa, impactando negativamente en las ventas. Paralelamente, fabricantes competidores de vehículos eléctricos, incluida la china BYD, están ganando participación de mercado con opciones más económicas y de elevada calidad.
En respuesta, Musk anunció el martes que Tesla comercializará dos versiones nuevas, simplificadas y más accesibles de sus modelos existentes, incluido su Model Y, el más vendido. Sin embargo, los inversores, que esperaban reducciones de precios más agresivas o un lanzamiento completamente nuevo, mostraron descontento, provocando una caída del 4,5% en el valor accionario.
