La actriz australiana Rebel Wilson demandada por la productora de su propia película

El drama legal rodeando “The Deb”, el debut directorial de Rebel Wilson, ha llegado a Australia, con una de las compañías de producción detrás del proyecto presentando una demanda contra Wilson en la corte suprema de Nueva Gales del Sur esta semana.

AI Film, una compañía británica, representada por la firma legal australiana Giles George y la famosa abogada Sue Chrysanthou SC, acusó a la actriz australiana de “Pitch Perfect” de sabotear deliberadamente el estreno de la película, alegando que amenazas y afirmaciones difamatorias han causado daños financieros y reputacionales a la compañía productora.

La demanda también sostiene que el motivo detrás de las acciones de Wilson era desvalorar el valor de la producción y presionar a AI Film y a la compañía australiana Dunburn Debutantes Commissioning Company (DDCC – la entidad que maneja los derechos de la película y nombrada como la segunda demandante en la demanda) para vender su participación a la compañía de Wilson, Camp Sugar.

Originalmente concebido como una comedia musical peculiar celebrando la cultura australiana, “The Deb” fue coproducido por AI Film y Camp Sugar, con Wilson dirigiendo y actuando. Pero la asociación se fracturó a mediados de 2024 cuando Wilson utilizó Instagram para acusar a los productores colegas Amanda Ghost, Gregor Cameron y Vince Holden de supuesto malversación, mala conducta sexual y obstrucción del estreno de la película.

Las alegaciones, transmitidas a los 11 millones de seguidores de Wilson, fueron rápidamente negadas por los productores, quienes comenzaron procedimientos de difamación contra Wilson en la corte superior de Los Ángeles el verano pasado.

En noviembre, la actriz principal de la película, Charlotte MacInnes, quien Wilson afirmó que era víctima de la supuesta mala conducta sexual, presentó una declaración en la corte de EE. UU. afirmando que Wilson fabricó las acusaciones, describiéndolas como “completamente falsas y absurdas”.

Posteriormente, la corte desestimó la solicitud de Wilson de eliminar la demanda de difamación, no aceptando el argumento de su abogado que según las leyes anti-Slapp de California, las acusaciones que había hecho contra los productores de su “The Deb” constituían “actividad protegida” y eran un asunto de interés público.

Esa demanda de difamación sigue en curso.

Tras presentar su demanda en la división de equidad de la corte suprema el jueves, AI Film emitió la siguiente declaración: “Estos procedimientos son lamentables pero esenciales para asegurar el estreno oportuno de “The Deb”. Es una película alegre y divertida, y estamos seguros de que al público le encantará.”

Y MacInnes emitió una segunda declaración, diciendo: “Me encanta esta película y no puedo esperar a que se estrene… sería maravilloso si estos procedimientos ayudan a que eso suceda.”

El equipo legal californiano de Wilson, Freedman Taitelman + Cooley, que está manejando el caso de difamación, no respondió a la solicitud de comentario del Guardian.

En su demanda presentada esta semana, Giles George afirma que el 5 de enero, el abogado de Wilson, Bryan Freedman, respondió a la correspondencia del equipo legal de AI Film, diciendo que “Wilson está actualmente en conversaciones activas para comprar directamente “The Deb” (la “Película”) y todos los derechos asociados y título”.

La carta de Freedman también amenazó con “perseguir todas las reclamaciones y daños si AI Film o cualquier agente que actúe en su nombre interfiere con esa oportunidad de negocio”.

AI Film alega que la motivación detrás de la supuesta socavación de los esfuerzos de distribución por parte de Wilson, incluyendo amenazas de buscar una orden judicial contra el estreno de la película, era el beneficio financiero personal.

Los abogados de AI Film afirman que el 6 de junio de 2025, Wilson tuvo una conversación con el distribuidor de películas Kismet, quien estaba pujando para asegurar los derechos para el estreno teatral de “The Deb” en Australia, durante la cual ella dijo palabras en el sentido de que estaba apoyando a Kismet como el distribuidor australiano de la película pero que mientras hubiese un caso legal involucrando la película en EE. UU. no podía apoyar la distribución de la película y buscaría una orden judicial si se hacían intentos de distribuir la película.

Giles George alega que Wilson sabía que los procesos legales en EE. UU. no estaban impidiendo el estreno de la película, y sabía que la amenaza de la orden judicial era contra ella y las obligaciones contractuales de su compañía, Camp Sugar. Pero como evidencia en la correspondencia de Byran Freedman con ellos en enero, Wilson estaba retrasando el estreno de la película para que pudiera seguir con la “oportunidad de negocio” de comprar todos los derechos de la película directamente.

AI Film está buscando daños, una disculpa formal, publicidad correctiva y una restricción permanente sobre Wilson y su compañía para que no hagan más afirmaciones difamatorias e incorrectas relacionadas con otras empresas e individuos involucrados en la realización de “The Deb”, que se han llegado a conocer en círculos legales como “Las Declaraciones de Wilson”.