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NACIONES UNIDAS (AP) — La actividad terrorista está aumentando en la inestable región del Sahel, lo que hace la vida más difícil y peligrosa para las mujeres y niñas, dijeron altos funcionarios de la ONU el jueves.
En la última década, esta región árida al sur del desierto del Sahara ha sufrido levantamientos extremistas y golpes militares. Tres países —Mali, Níger y Burkina Faso— ahora están gobernados por líderes militares que tomaron el poder por la fuerza, prometiendo mayor seguridad. Pero la situación ha empeorado.
“La actividad terrorista ha crecido en escala, complejidad y sofisticación”, dijo Leonardo Santos Simão, representante especial de la ONU, al Consejo de Seguridad. Mencionó el uso de drones y la colaboración con crimen organizado transnacional.
Sima Bahous, directora de ONU Mujeres, afirmó que ninguna región sufre más el terrorismo. “Las mujeres y niñas bajo control terrorista son borradas del espacio público”, declaró.
En estos tres países, más de un millón de niñas no van a la escuela por la violencia, y el 60% nunca ha pisado un aula, dijo. Esto aumenta los matrimonios infantiles en la región.
“El desplazamiento forzado y el cierre de mercados destruyen los ingresos de las mujeres y su capacidad de resistir”, explicó. Además, la sequía obliga a mujeres y niñas a caminar más para conseguir agua y leña.
“Dos tercios dicen sentirse inseguras en estos trayectos, en una región con altas tasas de violencia sexual y de género”, agregó Bahous.
El Sahel, golpeado por violencia yihadista, ha visto un aumento de ataques mortales, principalmente del grupo JNIM vinculado a Al-Qaeda, que ha tomado ciudades y bases militares. Según datos, mayo fue más mortífero que los ocho meses anteriores.
En Níger, uno de sus meses más violentos en junio, combatientes del Estado Islámico atacaron las regiones de Tillaberi y Dosso, matando a más de 100 personas. También aumentaron los secuestros por rescate este año.
Simão, jefe de la ONU para África Occidental, citó datos reportando más de 400 ataques terroristas en Burkina Faso, Mali y Níger entre abril y julio, con 2,870 muertos.
Dijo que los jóvenes son reclutados por grupos extremistas y millones huyen cruzando fronteras.
Para enfrentar la amenaza, Burkina Faso, Mali y Níger crearon una fuerza de defensa conjunta, y hay esfuerzos regionales más amplios.
Bahous pidió a la comunidad internacional no abandonar el Sahel y que al menos el 15% de los fondos para prevenir extremismo se destine a mujeres e igualdad de género.
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Chinedu Asadu contribuyó a este informe desde Dakar, Senegal.
