Las cosas pequeñas.
Las cosas que pasamos de prisa. Los pequeños detalles que se quedan callados en el fondo de nuestras relaciones, aunque suelen ser lo que mantiene todo unido.
Diciembre tiene una forma de acelerar la vida.
Las agendas se llenan, las listas de tareas se alargan, la presión aumenta y, sin darnos cuenta, las personas que queremos se convierten en parte de la maquinaria del mes en vez del corazón de este.
No lo hacemos a propósito. La vida simplemente se vuelve ruidosa. Pero las relaciones no se construyen con grandes momentos.
Se construyen con patrones. Señales repetidas que le dicen a alguien lo que significa para ti.
Y cuando esos patrones se pierden, incluso las buenas relaciones pueden empezar a sentirse tensas.
La mayoría cree que las relaciones se rompen por grandes eventos, pero en mi trabajo, he visto algo muy diferente.
Se rompen porque la gente deja de entender las intenciones del otro.
Uno piensa: “A él no le importa”, cuando en realidad él intenta arreglar todo rápido porque así muestra que sí le importa.
Otro piensa: “Ella está distante”, cuando ella simplemente está agobiada e intenta no molestar a nadie.
El mismo comportamiento. Dos significados completamente distintos.
Una relación siempre es el choque entre lo que uno quiso decir y lo que otro sintió.
Cuando vez eso, todo cambia, porque te permite dar un paso atrás y mirar más allá del momento, hacia la intención que hay debajo.
Y cuando empiezas a ver la intención de nuevo, la relación empieza a suavizarse.
Esto me lleva de vuelta a las cosas pequeñas.
Las cosas pequeñas son donde las relaciones cambian, porque pequeños cambios alteran los patrones.
Patrones pequeños cambian el significado. Y cuando el significado cambia, la relación se transforma.
Así que aquí hay algo simple que puedes hacer esta semana. No requiere una gran conversación o un momento perfecto. Solo necesita un cambio en la próxima interacción.
Prueba una de estas:
Pausa completamente cuando alguien hable, en lugar de responder rápido.
Sube tu energía aunque sea un diez por ciento al entrar en una habitación.
Asume una intención positiva antes que una negativa.
Si sueles corregir, suaviza.
Si sueles retirarte, da un paso adelante.
Si normalmente vas con prisa, ve más lento por diez segundos.
Suenan pequeños. Lo son. Pero cambian la dirección emocional de la relación.
La gente no necesita perfección. Necesita presencia.
Necesitan sentirse vistos, incluso en una habitación llena en la época más ocupada del año.
Así que, mientras se acercan las fiestas, hay algo que quiero que recuerdes.
Las cosas pequeñas son las grandes cosas. Siempre lo an sido.
Elige una pequeña acción esta semana que fortalesca la conexión con alguien que amas.
No mañana. No cuando las cosas estén más tranquilas. Hoy.
El cambio más pequeño puede cambiar todo el tono de una relación.
Nos vemos la próxima semana.
Kirsty.
Kirsty Redford es una Maestra Practicante de PNL certificada, Life Coach, Practicante de Mindfulness e Instructora Certificada de Caminata sobre Fuego.
Como fundadora de Firewalk Events, ayuda a las personas a construir confianza y resiliencia, inspirándolas a encontrar su poder interior y reavivar su chispa.
Visita – www.firewalkevents.co.uk para saber más.